Los sistemas de alarma han evolucionado enormemente en las últimas décadas hasta el punto de cubrir todas las necesidades de seguridad de manera totalmente adaptada a cada instalación y a cada situación.

No es lo mismo instalar una alarma para una vivienda pequeña que para una casa grande o un chalet individual, del mismo modo que no es lo mismo un sistema de alarmas destinado a un garaje que uno para instalar en una joyería.

Cada instalación requiere un nivel de protección diferente y unos extras de seguridad. En el caso de las naves industriales y las fábricas, con más motivo. Estamos en lugares en los que hay que preservar documentación, materiales, vehículos, maquinaria y la seguridad de los trabajadores.

Cámara en fábrica

Por eso, la industria de alarmas ha desarrollado soluciones concretas para este tipo de negocios e instalaciones industriales. ¿Quieres conocer qué son y por qué se caracterizan? Sigue leyendo.

¿Qué son las alarmas industriales y en qué se diferencian de otro tipo de alarmas?

Las alarmas industriales son un tipo de sistema de alarmas que está especialmente diseñado para fábricas u otro tipo de instalaciones industriales, y cuyas características responden a las necesidades de las empresas.

Son, como otras alarmas, sistemas pasivos que no tienen capacidad de prevenir ni de evitar un altercado, un allanamiento o un ataque a la propiedad. Pero sí sirven como elemento de disuasión y garantía de protección, dado que ofrecen varias posibilidades.

Desde el panel de control del sistema se puede ir monitorizando una situación y controlando los diferentes servicios que ofrece. En primer lugar, el sistema de alarma industrial estará interconectado a una central de monitoreo y receptora de alarmas (CRA) desde donde se supervisa que todo está en orden 24 horas al día, 365 días al año.

Alarma conectada CRA

A ese panel de control están conectados todos los elementos extra que hacen de la alarma industrial un sistema más seguro y completo, adaptado a las necesidades de cada perímetro industrial.

Un ejemplo claro son las cámaras de seguridad, instaladas en puntos clave del área protegida, con un ángulo de visión apuntando a lugares estratégicos: zonas sensibles, pasos y conexiones entre varias zonas, etc.

Otros de los elementos ampliamente utilizados en alarmas industriales son los controles de acceso y los sensores de movimiento. En el primer caso, hablamos de dispositivos de seguridad instalados en la puerta de entrada que limitan el acceso a ciertas partes de la fábrica o nave industrial.

En el caso de los sensores de movimiento, también muy utilizados por su enorme utilidad, son dispositivos que detectan el paso en determinados sitios, ante lo que lanzan una alarma e, incluso, avisan a una CRA.

Todos estos extras de la alarma industrial, unidos a otros añadidos como podrían ser cajas fuertes, habitaciones del pánico y, además, elementos de seguridad (detectores de humo, de incendios…), dan certidumbre y tranquilidad a cualquier instalación industrial.

Hay que tener en cuenta que proteger un espacio industrial no tiene nada que ver con proteger una casa. Una nave industrial suele tener un enorme perímetro que proteger y, normalmente, incluye bienes importantes.

En un espacio industrial se encuentran los ordenadores, impresoras o teléfonos móviles, maquinaria de alto valor. Además, puede haber documentación clave para la empresa, los documentos contables, dinero en efectivo, material y mobiliario de oficina, etc.

Y, por supuesto, en la industria existen todo tipo de complementos de uso industrial, maquinaria y vehículos. A lo que debemos añadir que, en muchos casos, además, se guardan elementos y sustancias que pueden tener un componente extra de toxicidad o peligrosidad.

Por lo tanto, en las naves industriales y fábricas, es doblemente necesario resguardar la seguridad a través de alarmas que protejan frente a robos, sabotaje, incendios, inundaciones o cualquier otro incidente.

En estos espacios, los sistemas de alarma son especialmente útiles de cara a la integridad no solo del negocio y las propiedades, sino también de la seguridad de los trabajadores.

¿Cómo funcionan las alarmas industriales y qué tipos existen?

Las alarmas diseñadas para los espacios industriales suelen ser más avanzadas que un sistema de alarmas para el hogar. Dadas las características del lugar, una alarma industrial puede ofrecer un panel de control muy completo con múltiples extras que complementan el sistema.

Hay que tener en cuenta la superficie del espacio, ya sea una nave, una fábrica o cualquier otra instalación industrial. El sistema de alarmas debe tener controlados todos los recovecos y, sobre todo, que pueda garantizar la seguridad de los sitios más sensibles.

En este sentido, las alarmas de uso industrial normalmente disponen de sensores de máxima calidad. Su funcionamiento a través de infrarrojos o de ondas, y un completo circuito de videovigilancia perfectamente engrasado y conectado con el resto de los elementos aumenta la seguridad.

Además, de cara a la heterogeneidad de espacios de cualquier espacio industrial (oficinas, fábrica, nave, etc.) normalmente incluyen un sistema de priorización de zonas con el que puedes establecer el nivel de sensibilidad e importancia de cada espacio.

De esta manera, el sistema de alarma industrial posibilita que en un mismo mecanismo de alarmas se pueda diferenciar entre niveles de riesgo y peligrosidad. Así mismo lo hace entre niveles de alerta si sucede un incidente.

Por supuesto, las alarmas industriales se complementan con los sistemas de acceso a la empresa para los trabajadores o los sistemas de control de acceso. Y, como no puede ser de otra manera en este tipo de instalaciones, abarcan un amplio perímetro de protección.

control acceso oficina

Por lo tanto, la instalación de alarmas industriales parece un ‘must’ para cualquier fábrica o nave industrial. Además, suelen estar situadas en polígonos o espacios alejados, que pueden entrañar mayor inseguridad, especialmente noches y fines de semana.

Con el funcionamiento de la alarma industrial y todas las posibilidades que dan sus extras, un espacio industrial puede estar mucho más seguro y, sobre todo, garantizar cierta protección ante cualquier altercado.

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