La obligación de proteger un local o edificio contra incendios, se ha venido cumpliendo habitualmente mediante la colocación de extintores. De hecho, si te paras a pensarlo, seguramente los hayas visto en tu edificio, lugar de trabajo, instituto, etc.

Pero, aunque se trata del elemento más habitual, no es la única manera de protegerse del fuego.

En realidad, existen otros métodos que pueden instalarse como alternativa para apagar cualquier incendio que pueda producirse. No olvidemos que invertir en seguridad no consiste únicamente en poner medidas para evitar robos.

Lamentablemente, el fuego es, en muchos casos, nuestro peor enemigo. Aquí tienes una alternativa para protegerte de él:

BIE: ¿qué es?

BIE, son las siglas para boca de incendios equipada. Se trata de un sistema completo antiincendios que, al igual que un extintor, ayuda a apagar un fuego de forma manual.

Para ello, cuenta con una manguera conectada a la red de abastecimiento de agua, lo que hace que su servicio sea, en principio, inagotable. Una buena opción para muchos tipos de negocio.

Las BIEs cuentan con los siguientes elementos:

Tipos de bocas de incendios equipadas

Las clases de BIEs que existen y pueden instalarse también es algo que se regula en el Real Decreto 513, que desarrolla el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI). Esta normativa entró en vigor el 12 de diciembre del año 2017.

Según la legislación, hay dos tipos de bocas de incendios equipadas, pensadas para distintas necesidades:

Boca de incendios equipada de 25mm

La medida hace referencia al diámetro de la manguera, que en estos casos es semirrígida y de una longitud de 20 metros. Tiene la capacidad de suministrar un caudal de 100 litros por minuto a 3,5 bar de presión en punta de lanza.

Boca de incendios equipada de 45 mm

En este otro caso, el diámetro de la manguera es de 45 mm, y esta no sería semirrígida sino flexible. Miden exactamente lo mismo, 20 metros, y su capacidad en este caso sería de 200 litros por minuto a 3,5 bar de presión en punta de lanza.

La diferencia entre ambas clases de BIEs, tal y como se aprecia, reside en el caudal de agua que son capaces de suministrar.

Mientras que las primeras están indicadas para aquellos lugares en los que el riesgo de incendio es bajo, las segundas se recomiendan cuando este riesgo es elevado.

Cómo y dónde instalar una BIE

Partiendo de la base de que instalar una boca de incendios equipada es tarea para profesionales, sí que existen una serie de normas que deben cumplirse al respecto.

Las BIEs se caracterizan por ser fáciles de usar y contar con una fuente de agua inagotable. Por ello, se recomiendan en lugares de gran tamaño y mucho tránsito de personas, donde es esencial un sistema que sea sencillo y eficaz.

Así pues, lo habitual es colocarlas en:

En lo referente al cómo, hay determinados aspectos que deben tenerse en cuenta y normativa que debe cumplirse a la hora de instalar una BIE.

Mantenimiento de las BIEs

Otro de los aspectos que recoge el Real Decreto 513 sobre las bocas de incendios equipadas es el referente a su mantenimiento. Así, este incluirá revisiones de distintos elementos cada 3 meses y cada 1 y 5 años.

En conclusión, si tienes un negocio te convendría instalar una boca de incendios equipada en caso de contar con una superficie grande y principalmente concurrida.

No obstante, en caso de que no sea el caso y aún así te decantes por esta opción debido a su sencillez de uso.

Puedes colocar una manguera de 25mm de diámetro, la cual tiene la capacidad suficiente para proteger un pequeño negocio del riesgo de incendio.

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