Se han extendido por todo el vecindario y si no pones un sistema de videovigilancia te sientes desprotegido. Son las cámaras de seguridad, especialmente útiles en zonas con poco tránsito o viviendas con patios y jardines.
Un sistema de alarmas y cámaras de videovigilancia reales son herramientas muy efectivas contra los criminales: tienen un fuerte efecto disuasorio y, en el caso de un allanamiento ilegal, sirven como alerta y prueba del delito.
Sin embargo, son sistemas mucho más caros que la instalación de cámaras de seguridad falsas. ¿Por qué entonces no instalar una cámara falsa de videovigilancia que disuada a los ladrones? Al final, el efecto disuasorio es fundamental.
Las cámaras falsas de seguridad tienen sus ventajas y sus inconvenientes, que vamos a tratar de analizar en este artículo. Pero te adelantamos la conclusión: son una herramienta que se puede convertir en un arma de doble filo.
Es más, una cámara de seguridad falsa puede pasar a ser perjudicial para la seguridad del hogar. ¿Cómo es posible? ¿Cuáles son los pros y los contras de instalar una cámara de seguridad falsa en casa? Desgranamos todos los detalles.
Ventajas de las cámaras de seguridad falsas
Como decimos casi siempre, una decisión de compra para proteger tu casa es una inversión y en todos los casos hay que valorar ventajas e inconvenientes, así como la idoneidad de una solución de seguridad en función de las características de tu hogar.
En el caso de las cámaras de seguridad falsas, hay que destacar que existe un puñado de razones que podrían aconsejar su instalación en ciertas ocasiones y en determinadas viviendas.
Antes que nada, se trata de un componente de seguridad mucho más barato que el real. Una cámara de seguridad falsa es sensiblemente más barata que un sistema real de videovigilancia.
Además, en muchas ocasiones su instalación logra el objetivo para el que están hechas: disuadir el robo. En última instancia, la sensación de seguridad de una cámara falsa… es también falsa.
Lo que es real es su efecto sobre los delincuentes, que en muchas ocasiones prefieren no arriesgarse a un robo en el que puedan grabar y tener pruebas de cada uno de sus movimientos cometiendo el delito.
Por último, es importante también subrayar otra ventaja: su instalación es muy sencilla y su sofisticación bastante elevada, de manera que puede pasar perfectamente por un verdadero elemento de seguridad para la mayoría de los mortales.
Inconvenientes de las cámaras de seguridad falsas
Pueden pasar como un verdadero sistema de seguridad para la mayoría de los mortales… pero no para todos. Es especialmente difícil engañar a delincuentes y bandas delictivas que tienen ya experiencia en estos sistemas.
Como podrás imaginar, paralelamente al desarrollo de más opciones para la seguridad del hogar, las bandas criminales también aprenden cuáles son los principales métodos de seguridad que pueden burlar.
Y las bandas delictivas saben perfectamente que se ha extendido la instalación de cámaras de seguridad falsas para lograr ese efecto disuasorio.
Estas cámaras son muy buenas, algunas incluso llevan incorporadas luces rojas y cables que las hacen parecer más reales, pero puede que no logren engañar al ladrón.
¿Qué ocurre si un ladrón sabe o descubre que las cámaras de seguridad que tienes instaladas son en realidad cámaras falsas? Pues que esas cámaras conseguirán el efecto contrario al propósito por el que fueron instaladas.
El ladrón sabrá con certeza que realmente tu casa no dispone de ningún sistema de videovigilancia real y que, por lo tanto, tiene vía libre para cometer un robo.
Además, la instalación de estas cámaras de seguridad da una falsa sensación de seguridad. Su protección no es real, sino tan solo un efecto disuasorio que no siempre funciona.
¿Qué ocurre si el ladrón detecta, por su dilatada experiencia, que una cámara de seguridad es falsa y decide entrar cuando los miembros de la casa están dentro?
Las consecuencias pueden ser catastróficas. Por eso, como adelantábamos al inicio, la instalación de una cámara de seguridad falsa en casa puede convertirse en un arma de doble filo.
En caso de un robo real no solo no son efectivas, sino que son contraproducentes. Solo un sistema de alarmas y una videovigilancia real puede servir en caso de que se produzca un incidente.
El problema añadido, además, es que en muchas ocasiones las bandas de delincuentes no son fácilmente distraídas de su objetivo. Es decir, que el efecto disuasorio en ocasiones no funciona.
Si reducimos un sistema de seguridad a su efecto disuasorio realmente no nos estamos protegiendo con todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance, sino solo con una de ellas.
Para la seguridad del hogar, uno de los núcleos que requieren mayor protección, sería más recomendable un sistema de videovigilancia real, especialmente en ciertas viviendas y zonas.
Instalar un sistema de alarmas te permite tener las 24 horas del día, 365 días al año un sistema de seguridad real, con agentes a tu disposición si ocurriese algo y una llamada de alerta inmediata a la Central Receptora de Alarmas.
Si bien es cierto que las cámaras de seguridad falsas están muy extendidas y tienen un relevante efecto disuasorio, no es menos cierto que hay que valorar el lugar que hay que proteger y qué nivel de seguridad necesita.
Como hemos explicado, podrían ser fácilmente identificadas como cámaras falsas y convertirse en un elemento problemático para una casa, incluso un imán para los robos.
En función de la evaluación del lugar, su exposición al riesgo y la relevancia de lo que queremos proteger podremos determinar si una cámara de seguridad falsa es una opción recomendable, o no.
En definitiva, tendrás que analizar pros y contras, pero sobre todo estudiar tus necesidades de seguridad y las características de tu vivienda. Ese análisis, con ayuda de expertos, te permitirá decantarte por una cámara de seguridad falsa u otra opción.
Aunque una cámara falsa puede ser una buena medida disuasoria, lo mejor es apostar por un buen sistema de videovigilancia para el hogar. Desde HomeGO te lo ponemos fácil con todos los productos de nuestro catálogo. Entra en nuestra web o llama al 900 622 550 y deja que te ayudemos.