Los candados son uno de los elementos de seguridad más antiguos. Sin embargo, el servicio que prestan sigue siendo igual o más demandado hoy en día que tiempo atrás. ¿Qué los hace tan eficientes?
Fundamentalmente es su sencillez, versatilidad y bajo coste. Un candado sirve como disuasivo para cualquier ladrón y en muchas ocasiones permite evitar un robo. ¡Pero no siempre!
Por eso, si estás pensando en comprar un candado, tienes que tener en cuenta que ningún candado, por muy seguro que sea, es 100% infalible. Siempre puede haber alguna manera de romperlo y/o abrirlo, aunque (exagerando) implique el uso de una fundidora.
Sin embargo, ten en cuenta otra cuestión aun más importante. Existen enormes diferencias en el mercado entre los candados difíciles de abrir, es decir, los más seguros, y aquellos que se consiguen abrir en un santiamén.
Por eso, si quieres comprar un candado, es importante que te fijes en sus características para poder elegir el más seguro del mercado. ¿Cuáles son los candados más difíciles de abrir? ¿Qué tipos de candados son los más seguros del mercado? Te lo contamos aquí.
¿Cómo saber cuál es el nivel de seguridad que ofrece un candado?
Antes de comprar un candado de máxima seguridad, es importante saber a qué llamamos candados seguros. En este sentido, la industria no dispone de una clasificación estándar que determine el nivel de seguridad de sus productos.
Muchas empresas grandes cuentan con su propia clasificación, que te muestra cómo de seguro es uno de sus candados en comparación a otros. Estas listas están incompletas y son arbitrarias, ajustadas a los productos de la empresa y no a la inversa.
Por otro lado, existe una norma europea que no es de obligado uso, pero que nos puede servir como la medida de aproximación más exacta a la seguridad de los candados.
Esta norma ordena los niveles de seguridad de un candado (del mismo modo que existen medidas de los niveles de seguridad de los sistemas de alarma) en función de diferentes características.
Algunas de ellas son la resistencia medioambiental, a la corrosión, a un ataque con elementos como una sierra, un taladro, etc. Lo mismo pasa en los candados "mecatrónicos", donde además se mide su compatibilidad electromagnética.
¿Cuáles son los candados más seguros del mercado?
Para elegir un candado súper seguro hay que tener en cuenta varios factores. Concretamente, hay que fijarse en el tamaño, la forma, el material, la cerradura y las características internas de cuerpo y aro.
Todos conocemos, por ejemplo, los candados con combinación numérica. ¿Son seguros ese tipo de candados? La respuesta es rotundamente NO, especialmente los que tienen solo 3 o 4 cifras, que son la mayoría de los modelos.
Las combinaciones son relativamente fáciles de adivinar y, por lo tanto, la seguridad del candado relativamente fácil de ser burlada. Todo eso sin contar con la facilidad y el peligro de olvidar contraseñas con el tiempo.
Tamaño
El tamaño de un candado es sin duda uno de los determinantes de su seguridad, sin embargo, usar un candado más grande o más pequeño tiene que ir en relación con el lugar que hay que sellar.
No tendría sentido cerrar una maleta con un candado de tamaño A4 ni la puerta de un garaje con un candado del tamaño de un pendrive. Lo ideal para alcanzar una buena seguridad en el cierre es que encaje el tamaño del candado con el objeto a cerrar.
Materiales
El material del candado, como es lógico, es posiblemente el elemento más importante para determinar su seguridad. Por eso, si buscamos un candado seguro en el mercado tenemos que poner especial atención en este punto.
Los candados de hierro son los más comunes, los más baratos y de los más vulnerables del mercado. Aunque a primera vista puedan parecer seguros, la realidad es que el hierro es uno de los materiales más fáciles de romper a golpes o cortar con motosierra.
Otra opción que tampoco se encuentra entre las más seguras del mercado es el bronce… Pero, ¿cuál es entonces es el material más resistente para elegir un candado súper seguro? Pues el acero, no podía ser otro.
Ya sea acero laminado o, simplemente, acero inoxidable, su resistencia medioambiental, a la corrosión y a los golpes, así como a un taladro es mucho más alta que en el resto de materiales.
Forma
La forma del candado también es importante a la hora de elegir el candado más seguro del mercado. Paradójicamente, los candados más utilizados, es decir, aquellos que tienen un aro en forma de U, son los menos seguros si atendemos solamente a su forma.
A diferencia de los condicionales, un candado con el aro recto es mucho más seguro dado que no se pueden forzar con una palanca. Por lo tanto, intenta siempre adquirir un candado con una cerradura parecida a un tornillo, dejando a un lado los típicos aros.
Por otro lado, como en este caso sí puedes adivinar, la longitud de la cerradura también es un elemento a tener en cuenta. En este caso, cuanto más larga sea la cerradura o el aro correspondiente, más vulnerable será el candado.
Lo ideal es que el aro estuviese casi totalmente ocupado por los elementos que está intentando bloquear. Además, cuanto más grueso sea el aro más segura será la cerradura.
Cerradura
Por último, como ya hemos comentado anteriormente, hay que prestar atención a la cerradura. No es lo mismo una cerradura mecánica o electrónica, que una con combinación numérica o que una clásica de llave.
Tampoco es lo mismo una u otra llave para los diferentes tipos de candados. Aquellos con una buena llave y un buen cilindro, con resortes seguros donde se introduce la llave y una alta complejidad de la ranura en combinación con la llave son los mejores.
Lo ideal es un buen número de pines, un mínimo de 4, y de alta seguridad a partir de 6, además de candados con doble muesca en el aro o, lo que es lo mismo, candados con rodamiento de bolilla doble.
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