Las viviendas situadas en una comunidad de vecinos, pueden llegar a dar una sensación de falsa seguridad. Es cierto que el hecho de contar con una doble entrada es positivo, ya que el acceso a tu propiedad está más protegido, pero eso no significa que no sea importante invertir en seguridad.

Al fin y al cabo, ni siquiera las comunidades están libres de sufrir un robo, además de que este no es el único peligro del que debemos preocuparnos. También es importante proteger las viviendas de incendios, inundaciones, etc.

A continuación, te explicamos qué medidas puedes tomar para reforzar la seguridad de tu comunidad de vecinos.

Cómo reforzar la seguridad en una comunidad de vecinos

Aumentar la seguridad de tu comunidad de vecinos implica adoptar métodos que, por un lado prevengan la entrada de maleantes que pretendan robar, y por otro protejan el edificio o edificios de otros riesgos como incendios, escapes de gas, etc.

Con estos métodos, podrás reforzar la seguridad:

Instalar cámaras de seguridad en la comunidad de vecinos

Se puede decir que un sistema de videovigilancia es la base de una buena seguridad en tu comunidad de vecinos. Gracias a él, podréis vigilar los puntos de acceso de la zona y comprobar quién entra y quién sale.

Además, las imágenes guardadas pueden ser una prueba fundamental en caso de producirse un robo o intento de robo en alguna de las viviendas.

Lo más aconsejable respecto a las cámaras de seguridad, es instalar algunas de ellas en zonas visibles y otras, en puntos más escondidos. Advertir que una zona está videovigilada funciona muy bien como elemento disuasorio, pero también es conveniente mantener algún dispositivo oculto.

Las cámaras de seguridad para una comunidad de vecinos, pueden estar conectadas a una CRA (Central Receptora de Alarmas), o contar con un vigilante que se encargue de revisar las imágenes en tiempo real.

Sin embargo, si el presupuesto es más limitado, contar con cámaras que se limiten a grabar y almacenar las imágenes, también aumenta la seguridad.

Contratar a un vigilante de seguridad

Los vigilantes de seguridad pueden situarse en la entrada principal, controlando así los puntos de acceso y advirtiendo si entra alguna persona sospechosa. Pueden, por otro lado, dedicarse a controlar las imágenes de las cámaras de seguridad en tiempo real, actuando rápidamente en caso de detectar algún peligro.

Además, pueden realizar una vigilancia presencial, moviéndose por la comunidad de vecinos.

Hoy en día existen múltiples empresas dedicadas a proporcionar servicios de seguridad, que incluyen la formación y contratación de vigilantes de seguridad expertos. Sin duda, con la presencia de un vigilante la comunidad de vecinos verá su seguridad reforzada.

Controlar los accesos de la comunidad de vecinos

El control de accesos es otra de las medidas que ayudará a reforzar la seguridad de tu comunidad de vecinos. Gracias a este método, es posible mantener cierto control sobre quién fecha y a qué hora accede un sospechoso.

Este control, se ejerce principalmente con el acceso de los vehículos, guardando la matrícula y el modelo de los que entran y salen. Se trata de una forma muy eficaz de comprobar cuándo accede una persona que no es propietaria ni residente de la comunidad.

El acceso puede ser controlado por un vigilante de seguridad que guarde la entrada o entradas, o instalando cámaras especiales que puedan recopilar datos de las imágenes que captan.

En el caso de las entradas peatonales, obviamente es algo más complicado ejercer un control. No es posible identificar a todos el que entra y sale, pero la forma más segura de aumentar la seguridad es instalando videoporteros.

De esta forma, los propios vecinos podrán comprobar quién está en su puerta antes de abrirla.

Vigilar los garajes y trasteros

Los garajes y trasteros, que pueden ubicarse tanto en una localización subterránea como a pie de calle, son especialmente importantes ya que es más habitual descuidar su seguridad. Esto, unido al hecho de que es bastante probable encontrar objetos de valor en ellos, los convierte en zonas especialmente vulnerables.

Por ello, es importante que cuenten con puertas reforzadas que aumenten su seguridad, así como con cámaras de vigilancia que capten lo que está sucediendo en todo momento. De esta forma, los mantendrás protegidos de intrusos con malas intenciones.

Instalar un sistema de protección contra incendios

Hasta ahora, hemos hablado de métodos destinados a defender la comunidad de vecinos de posibles robos, pero recordemos que hay otros peligros que también se deben evitar.

El más común son los incendios, a veces ocasionados por cosas tan cotidianas como un pequeño fallo eléctrico. Para prevenirlos, lo mejor que se puede hacer es instalar un sistema de protección contra incendios con alarma incorporada, que avise en caso de detectar cualquier señal de fuego.

Estos sistemas cuentan con detectores de humo, una alarma sonora que nos avisa si lo detecta y, los más sofisticados, pueden incluso emitir un aviso a las autoridades para que envíen bomberos a la mayor brevedad posible.

Por supuesto, la legislación vigente exige que se instalen y revisen de forma continuada extintores en todas las plantas del edificio, a mano para que los propios vecinos puedan disponer de ellos en caso de producirse un incendio dentro de la vivienda.

Detector de gases cerca de la caldera

Muchas comunidades de vecinos, especialmente las de nueva construcción, cuentan con un sistema de caldera central o comunitaria que provee a todas las viviendas de calefacción y agua caliente.

Por desgracia, las calderas de gas son muy susceptibles de sufrir fugas, que pueden ser fatales para la comunidad. Por ello, es muy importante que los cuartos de calderas cuenten con detectores de gases, orientados a emitir un aviso siempre que detecten cualquier señal de peligro.

El gas es un elemento especialmente peligroso, por lo que uno de estos detectores puede salvar la vida de los vecinos.

Métodos que deben seguir los propios vecinos

Todos los consejos mencionados hasta el momento, pueden ser gestionados por el presidente y administrador con el consentimiento del resto de vecinos, pero hay otros que conviene llevar a cabo y dependen de los residentes:

  • No abrir la puerta a desconocidos.
  • Asegurarse de que las puertas de entrada se quedan correctamente cerradas.
  • Vigilar la entrada del garaje cuando se entra y sale para que nadie más entre.
  • No dejar las llaves del garaje dentro del coche cuando se aparca en el interior.

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