En ocasiones a los padres no les queda otro remedio que dejar un tiempo a sus hijos solos en casa. No pasa nada si dejas a tus niños solos en casa siempre que sigas nuestros consejos de seguridad.
No existe una edad concreta a partir de la cuál dejarle en casa sea seguro. Eso depende de la madurez y la habilidad del niño, así como del entorno y el tiempo que tenga que quedarse solo en casa.
Por ello, aunque algunas guías señalen los 12 años como edad clave, lo mejor es que tomes las precauciones oportunas para evitar accidentes independientemente de la edad de tus hijos.
Sean o no lo “suficientemente mayores” para quedarse solos en casa, estos consejos permitirán que te vayas más tranquilo en el caso de que te tengas que ausentar y no tengas posibilidad de dejarlos con nadie.
Consejos para evitar accidentes si dejas a los niños solos en casa
En ocasiones, por razones inesperadas (trabajo, deberes urgentes o requerimientos inesperados inexcusables) tienes que dejar a tus hijos solos en casa. Si no te ha pasado, en algún momento podría ocurrir y es mejor estar preparado para hacerlo lo mejor posible.
En el momento que empiezan a ser responsables, con cierta madurez y conciencia de la importancia de la seguridad, ya es el momento de empezar a dejarles solos. Al fin y al cabo, acabarán desarrollando cada vez más actividades de manera independiente.
Aunque aún no tengan la edad o madurez necesaria para quedarse solos, te aconsejamos que tengas en cuenta estas pautas por si te surgiera una urgencia.
Empezar a darles su espacio de manera progresiva
En primer lugar, te aconsejamos que, a cierta edad –cuando como padre o madre consideres que ya están preparados– empieces a dejarles solos algunos pequeños ratitos (muy breves) para que vayan desarrollando su autonomía.
Existen efectos positivos derivados de dejarles solos en casa en ciertos momentos. Dejarles solos, con pequeñas responsabilidades y conciencia de la seguridad, les puede ayudar en el desarrollo de su autonomía personal, su independencia y el sentido de la responsabilidad.
Nunca abrir la puerta a desconocidos
Nos lo repetían como un mantra cuando éramos pequeños. Generaciones de niños han escuchado esta instrucción que, por repetida, no es menos cierta. Es importante que los niños entiendan que no va a ir nadie a casa y si aparece alguien inesperadamente, no puede entrar.
Es clave que las explicaciones en este sentido sean claras y que el niño lo entienda, dado que los menores tienden a ser más confiados: Llame quien llame, no se puede abrir la puerta por seguridad.
Y a esta pauta hay que dotarla de argumentos para que el menor realmente entienda por qué se lo pedimos. Será la manera de que obedezca y sea fiel a las reglas al 100%.
Además, es fundamental que entienda que no debe darle ningún dato a ninguna persona desconocida ni a ningún extraño, ya sea cuando se queda solo en casa o en cualquier otro momento.
El teléfono y los números de urgencia en un lugar visible
Si dejamos a un niño en casa hay que dejarle con un teléfono operativo, con la suficiente batería y que el menor pueda manejar sin dificultad. Así, ante cualquier problema podrá ponerse en contacto contigo o con alguien cercano.
En este sentido, es clave que sepa dónde encontrar los números de teléfono de referencia ante cualquier accidente. Los más importante son el tuyo, el de otro adulto responsable, el de alguien más de la familia, así como los números de emergencias.
Una opción es meterlos en la agenda del teléfono móvil y otra opción más antigua, pero igual de válida y eficiente, es dejarlos apuntados en una hoja en la nevera o en cualquier otro lugar visible.
Seguridad en la cocina
La cocina es posiblemente el lugar de la casa que entraña más peligro de accidente. Por ello, mientras no sean lo suficientemente mayores, lo más recomendable es dejarles la comida, merienda o cena hechas.
Con todos los aparatos apagados y en posición de seguridad (la vitro, gas o el sistema que sea). Por supuesto, si se utilizan mecheros para algo en casa, hay que mantenerlos guardados y alejados. Será la manera más eficiente de evitar cualquier accidente.
Enchufes y gas controlados
Otros dos elementos que en ocasiones son fuente de problemas son la electricidad y el gas. Son factores sensibles que hay que tener en cuenta antes de dejar a un niño solo en casa.
Lo mejor es cerrar y apagar calderas, así como tapar todos los enchufes de la casa, pero en ambos casos, estas decisiones dependerán de la edad del menor y su madurez.
En cualquier caso, tapes o no los enchufes y apagues o no el gas, es fundamental que les expliques que estos sistemas no se tocan, que ante cualquier duda te llamen, o llamen a alguien de confianza.
Además, como ya te hemos contado en otras ocasiones, existen muchos trucos para hacer de tu casa un lugar más seguro.
Mantenles entretenidos
Otra de las medidas más efectivas y un consejo de seguridad clave antes de dejar a los niños solos en casa es pensar qué van a hacer en tu ausencia. Si no lo tienes todo medido pueden acabar haciendo algo que no deseas.
Pero, ¿y si ya les dejas las tareas o juegos suficientes como para que no piensen en hacer ninguna otra cosa? Eso te dará un importante control de la situación en tu ausencia.
Proponles varias actividades para que si se cansan de una se pongan con otra de las tareas o juegos que tú mismo tienes previsto para ellos.
Llámales con frecuencia
Mantén comunicación constante con ellos. Sobre todo, las primeras veces. Les dará confianza y a ti, una llamada de vez en cuando te aportará tranquilidad.
Enséñales a manejar el sistema de seguridad en el hogar
Enséñales cómo funciona el sistema de alarma y cualquier otro dispositivo de seguridad para el hogar que tengas instalado en casa. El detector de humos es especialmente relevante, pues ante un accidente, avisará y mantendrá a los niños a salvo.
Cualquier otro percance será monitorizado por el sistema de alarmas y el menor debe comprender su uso y funcionamiento. Además, podrá dar la voz de alarma ante cualquier problema directamente a una CRA.
Los efectos secundarios positivos de dejarle solo en casa
Aunque en un principio pueda parecerte precipitado o peligroso, dejar a los niños solos en casa es algo natural y, de hecho, es ley de vida.
Es cierto que durante los primeros años son totalmente dependientes, debemos aceptar que llega un día en el que dejan de serlo y debemos acompañarlos lo mejor posible en este proceso.
Lo mejor que podemos hacer es darles los instrumentos adecuados para enfrentarse a cualquier situación adversa y, al dejarles solos, estamos fomentando su autonomía, su responsabilidad, su capacidad e, incluso, su autoestima.
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