España es uno de los lugares más seguros de Europa y del mundo. Así lo reflejan los últimos estudios de Global Peace Index, que sitúa a nuestro país entre los primeros puestos del ranking. No obstante, cada año se cometen decenas de miles de robos en domicilios, según datos del Ministerio del Interior. De ahí que la seguridad en el hogar sea fundamental.
Afortunadamente, la mayoría de robos se pueden evitar con la instalación de alarmas y/o cámaras de vigilancia. Estos dispositivos antirrobo cuentan con numerosas funciones para reforzar la seguridad en casa, como el sensor de movimiento. Pese a ello, es normal que a veces se produzca algún fallo técnico. Te explicamos cómo solucionarlo.
El sensor de movimiento no funciona: estas son las posibles causas
Si has llegado hasta aquí, hay una cosa que está clara: tu sensor de movimiento no funciona. Esto puede ocurrir por varios motivos: desde un simple fallo en la conexión del cableado hasta un problema técnico en el sensor por el calor o la humedad.
Te contamos en detalle qué puede estar pasando:
Tiempo de vida útil
En condiciones ambientales óptimas, el sensor de movimiento tiene un tiempo máximo de rendimiento de 10 años. A partir de ahí, lo normal es que empiece a fallar.
Si utilizas demasiado el sensor, las probabilidades de estropearse serán mayores. Activarlo es muy importante para proteger tu vivienda de intrusiones y robos, pero encenderlo a menudo (incluso cuando no hay movimiento) hará que se estropee.

No obstante, los fabricantes de este tipo de aparatos suelen recomendar que se realice un mantenimiento. La acumulación de polvo puede hacer que el sensor no funcione correctamente. Por eso, es importante revisarlo de vez en cuando.
Interferencias
También puede que se produzcan falsas alarmas o que no funcione bien a causa de interferencias electromagnéticas con otros objetos o dispositivos cercanos. Por ejemplo, bombillas LED o fluorescentes, ventanas o puertas acristaladas y radiadores.
En general, no debes exponer tu sensor de movimiento a altas temperaturas. Tampoco lo instales muy cerca de otros sensores. Lo mejor es colocarlo en un lugar de la casa donde haya suficiente espacio.
Calor o humedad
Como te decíamos antes, el sensor también puede presentar fallos en su funcionamiento por condiciones climáticas extremas. Que haya demasiada humedad, calor o que se produzcan inundaciones no beneficia para nada al sensor de movimiento.
En caso de producirse un fallo en el detector infrarrojo de la alarma, el sensor podría activarse por error o funcionar demasiado lento.
Problemas de cableado
Que un cable esté suelto o que el sistema de cableado de tu sensor esté dañado, también puede ser otra de las causas. Por eso, si se produce algún fallo en la señal de encendido o apagado, no funcionará.
O bien lo que puede ocurrir es que el sensor de movimiento no se active a tiempo. Si esto sucede, tendrás que seguir una serie de pasos para reiniciar tu aparato. A continuación, te explicamos qué deberías hacer.
El sensor de movimiento no funciona: consejos y soluciones
Ahora que ya sabes cuáles pueden ser las posibles causas de que el sensor de movimiento no funcione, te damos varias recomendaciones para que puedas solucionarlo:
Limpia el sensor
Te aconsejamos empezar por lo más sencillo: limpiar el sensor. Utiliza un paño seco y hazlo con mucho cuidado, para evitar que la lente se dañe. Con el paso del tiempo, lo normal es que el dispositivo se llene de polvo. O bien, si crees que tu lente está dañada, puedes cambiarla por una nueva. Por si acaso, consulta a un profesional.
Revisa los cables y conexiones
Asegúrate de que el cableado del sensor o la conexión WiFi, si tiene, funcionan correctamente. Si tienes un sensor de movimiento inalámbrico o sin cables, comprueba que el sistema esté bien conectado.
A veces, al limpiar el sensor (o al moverlo a otra habitación) es normal que algún cable no esté del todo bien colocado o que el aparato se haya desconfigurado.
Apaga o reinicia el sensor
Si ninguno de los anteriores pasos funciona, tendrás que reiniciarlo. Espera unos segundos antes de conectarlo de nuevo y listo. En principio, se debería restablecer el sistema y volver a funcionar.

Esto es muy útil si crees que el dispositivo se quedó bloqueado. Otra alternativa es apagar y volver a encender el dispositivo, a través del interruptor. Solo tienes que seguir estos pasos:
- Localiza tu sensor de movimiento. Como verás, hay un botón o interruptor para desactivar el sensor. Antes que nada, asegúrate de cortar el paso de la corriente eléctrica. De lo contrario, tu sistema de seguridad se podría dañar.
- Desactiva el dispositivo. Lo primero es desconectar los cables. Si no sabes cómo hacer este paso, lee muy bien el manual de instrucciones. Después, apaga el dispositivo con del interruptor. Por lo general, este botón está protegido con algún tipo de funda o cubierta, para evitar rozaduras o golpes.
- Retira el sensor de la pared o techo. Recuerda que los sensores se instalan en estas zonas, a diferencia del detector de presencia. Si decides sustituir algún cable por otro, guarda todas las piezas en el lugar adecuado. Como te explicábamos antes, evita
- Enciende de nuevo el sensor. Por último, vuelve a colocar correctamente todos los cables del sensor, activa la corriente y listo. Después de todo esto, debería volver a funcionar bien. Si no es así, solo te queda probar el siguiente paso.
Sustituye el sensor
Si después de reiniciar o apagar y volver a encender el sensor sigue sin funcionar, tendrás que cambiarlo por otro nuevo. Antes de tomar cualquier decisión, lo mejor es consultar con un profesional.
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