En ocasiones, y por diferentes circunstancias de la vida, te ves en la necesidad de instalar una cámara oculta en tu propia casa. Por ejemplo, si sospechas que alguien te está robando en tu propia vivienda.

Una cámara espía puede ser muy útil en ciertos momentos y para instalarla hay que tener claro que lo fundamental es conjugar un buen escondite con una buena calidad de imagen y sonido.

Una cámara espía no tendría sentido si no puede usarse para el fin con el que se concibió e instaló: espiar a alguien, o alguna estancia sin que los que transitan en ella sepan que están siendo grabados.

Por ello, el lugar donde esconder este tipo de cámaras es fundamental y debe constituir un sitio insospechado que la deje fuera del alcance de la vista de los demás.

Pero, además, debe de ser un sitio con un buen tiro de cámara para poder grabar bien la estancia. De nada va a servir esconder la cámara oculta en el armario, por ejemplo, si lo que quiero es descubrir a alguien que roba otro punto de la habitación.

En las siguientes líneas te damos algunas ideas y trucos para instalar y esconder tu cámara espía, de manera que solo tú conozcas su ubicación y, por lo tanto, puedas utilizarla para el objetivo por el cuál la has adquirido.

Aspectos a tener en cuenta para esconder una cámara espía

Uno de los grandes interrogantes que se nos puede presentar es saber cómo esconder una cámara espía. Pues bien, lo mejor de la cámara espía es que ya viene con un diseño lo suficientemente pequeño como para ser fácil de ocultar

Lo que no significa que no hay que ponerle atención a su ubicación, dado que, como decíamos, debe conjugar una buena posición de grabación con un buen escondite.

Una de las opciones más fáciles es comprar una cámara ya oculta dentro de un objeto: un reloj, una maceta, un cuadro, un portarretratos, un bolígrafo, etc. Hay muchos elementos de casa que puedes comprar con una cámara espía ya instalada en su interior.

Sin embargo, si ya dispones de una cámara, para esconderla tendrás que tener en cuenta varios factores.

  • En primer lugar, su tamaño. No es lo mismo esconder una cámara del tamaño de una mano que otra del tamaño de la yema del dedo.
  • En segundo lugar, es importante saber cuál es el conocimiento que tienen del lugar las personas que van a transitar por la estancia. Si es una persona que limpia esa habitación será mucho más difícil de esconder que si las personas la usan como sala de reuniones en ciertas ocasiones.
  • Tienes que considerar los detalles técnicos: el tiempo de grabación y la autonomía de la cámara importan. No es lo mismo una cámara que tiene capacidad para dos horas de aquella que tiene autonomía de grabación continua de 8 horas.

El tiempo de grabación nos va a permitir elegir la cámara adecuada en función de la duración de la batería. Sin embargo, si necesitas mucho tiempo de grabación, lo mejor es elegir una cámara que se pueda esconder en un objeto con acceso a la corriente y no dependa de la batería.

  • Hay que tener en cuenta, por otro lado, que una cámara con poca capacidad de grabación no puede estar escondida en un lugar con una instalación compleja. Sacarla y meterla dentro de su escondite tiene que resultar relativamente fácil.
  • Del mismo modo, siempre hay que considerar el lugar que quieres grabar y la posibilidad de esconder la cámara en un lugar con buen acceso de audio y vídeo. No es lo mismo querer grabar una conversación, donde lo fundamental es el audio que un video con nitidez.
  • El campo de visión de la cámara tiene que ser suficiente como para que su instalación tenga sentido. Asegúrate de que colocas un aparato que pueda hacer bien su trabajo y captar audio y video de manera óptima.

¿Qué más elementos técnicos hay que tener en cuenta antes de instalar una cámara espía en casa? Pues la amplitud de la estancia y el ángulo de visión. En un salón grande, pongamos, una cámara fija no va a poder captar todos los ángulos de visión.

En el caso de lugares amplios lo mejor para cubrir todo el espacio es buscar cámaras que puedan alcanzar los 180 grados, e incluso los 360. La calidad de la imagen es otro elemento a considerar, es decir, la resolución tiene que ser suficiente, así como su sensibilidad.

Lugares donde esconder una cámara espía en casa

Teniendo en cuanta todos estos factores, los lugares para esconder una cámara espía en casa son múltiples. Su ubicación va a depender fundamentalmente del objetivo con el que se coloca la cámara.

Como hemos visto, puedes utilizar cámaras integradas en objetos, como un reloj de pared, que son muy aparentes y eficaces. Su posición es perfecta, en mitad de una estancia y su ángulo de grabación es también muy adecuado.

Además, hay algunas que incluso puedes ir monitorizando en tiempo real. Un reloj despertador es otra opción que se repite en muchos casos, o una radio, así como la propia televisión o una pantalla de ordenador. En estos casos, la cámara suele ir integrada.

Por otro lado, en las habitaciones y en el salón hay opciones más y menos clásicas: una opción es una estantería de libros, dado que su contenido no se suele tocar con frecuencia y suelen tener una posición privilegiada.

En la misma línea, los juguetes infantiles y los peluches son otras opciones plausibles para esconder una cámara espía. También los percheros, portarretratos, cuadros, etc. Básicamente cualquier elemento lo suficientemente ordinario como para pasar desapercibido.

Si nos movemos a otras estancias como la cocina o el baño, hay objetos en ambos casos para introducir una cámara espía. Por ejemplo, un termo, en un espejo o unas cortinas.

En todos los casos, debes tener claro tu objetivo y no olvidarte de asegurar que no existan obstáculos de visión ni de audio que dificulten el registro que va a hacer la cámara espía en la estancia.

Cámara espía en estantería de niño

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