¿Has pensado en instalar un sistema de seguridad en casa? Entonces seguramente se te habrá pasado por la cabeza escoger una protección que incluya cámara de vigilancia. Es normal, porque es la opción que más garantías ofrece.

Las alarmas tradicionales emiten señales sonoras para advertir del peligro, y en el mejor de los casos mandan notificaciones al móvil si así están configuradas. Con ellas puedes tener una comunicación directa con la CRA, pero nunca sabrás con exactitud qué está pasando.

Ahora bien, una vez que te has decidido por este tipo de sistemas, toca enfrentarse al verdadero reto: elegir la adecuada. Y es que no hay un solo tipo de cámara de vigilancia para casa. El mercado está repleto de alternativas con sus propios beneficios.

A rasgos generales podemos distinguir entre las cámaras analógicas y las digitales, pero si nos detenemos a estudiar los distintos modelos, no tardaremos en darnos cuenta de que hay otras muchas tecnologías dentro de cada apartado.

Por eso, desde HomeGO queremos solucionarte un poco la vida. Si no sabes qué sistema de seguridad escoger, sigue leyendo. En este artículo repasamos qué es la cámara digital, la cámara de vigilancia exterior y el resto de cámaras de vigilancia para casa.

¿Cómo escoger la cámara de vigilancia que mejor se adapta?

Antes de meternos a explicar las categorías vamos a dar una serie de pautas a seguir para saber qué es lo que realmente necesitamos en casa. No te dejes guiar únicamente por el precio ni por los mensajes comerciales prometedores, y párate a pensar.

¿Realmente necesitas ese modelo ultrafuturista con funciones que no sabes ni para qué sirven? Lo ideal para saber la cámara de vigilancia que más interesa es que pienses en tus necesidades de seguridad, en tus hábitos y en las características mismas de la vivienda.

Has de saber que sea cual sea la elegida, todas van a cumplir su cometido de garantía legal. Nos referimos a que, tal y como recoge el artículo 26 del Código Penal, la grabación de imágenes con cámara de vigilancia se puede emplear como prueba judicial.

Partiendo de esa importante premisa, cuestiónate, al menos, alguna de estas cosas antes de ponerte a comparar cámaras en el mercado.

Disposición de la vivienda

Has de tener en cuenta tanto los metros cuadrados a cubrir como la orientación de las estancias y los distintos puntos ciegos. Esto te indicará qué nivel de alcance y qué cantidad de dispositivos necesitas.

Funcionalidad

Puede que te baste con un simple sistema de alerta, o que necesites controlar el acceso a personas y llevar a cabo otras tareas más cualitativas. Elige la cámara de acuerdo con las prestaciones que requieras, sabiendo que eso influirá sobre el precio.

Factores contextuales

El clima, la iluminación media de las estancias o el grado de criminalidad del barrio, entre otras cosas, te van a indicar qué gama de calidad necesitas para tu cámara de vigilancia.

Características de la unidad familiar

Debes analizar quién será la persona que más tiempo vaya a estar en casa. No es lo mismo dejar el sistema a cargo de un adulto que de un niño o una persona mayor. Valora la accesibilidad y la conexión multidispositivo del sistema.

Presupuesto

Que no sea lo único a valor no significa que no importe. El dinero no es infinito y eso repercute en la elección de compra. Pero a diferencia de otras cuestiones, en seguridad no hay nunca que escatimar. Por eso mantente en la filosofía calidad-precio, sin ignorar esfuerzos mayores.

Especificaciones técnicas a revisar en la cámara de vigilancia

Cuando ya hayas estudiado todo esto, tocará ponerse manos a la obra comparar las fichas técnicas de las distintas cámaras de vigilancia. A grandes rasgos tendrás que fijarte en estos elementos de hardware y software.

  • Resolución de vídeo: se mide en píxeles y suele arrojar nomenclaturas como HD, FullHD o 4K. Cuanta más calidad, mayor almacenamiento deberemos tener.
  • Ángulo de visión: si está en exterior busca más ángulo, y si está en un pasillo o una entrada, menos. La visión humana tiene 160 grados de ángulo, para que te hagas una idea. Si tienes dudas, ve al espacio y extiende los brazos en ángulo recto. Ah, esto se indica en mm (1,44 mm son 180 grados y así).
  • Tipo de conexión: las hay analógicas, por Wifi e IP. Piensa si tienes espacio para instalar cableado o no. Entramos a detallar esto más adelante.
  • Método de almacenamiento: en DVR o NVR (más capacidad pero con un límite de conservación por ley de 30 días), IP (dependes de la capacidad de la tarjeta SD, por lo que es mejor programarla), o Cloud (son servicios con cuotas de pago pero igualan la capacidad del DVR prescindiendo de la necesidad física).
  • Potencia de iluminación: la vigilancia nocturna es un cometido básico de las cámaras. Para calcular el alcance de los leds infrarrojos repasa la ficha técnica y mira los metros indicados.

Junto a todo esto también hay otras funciones que puedes valorar si buscas algo más específico. Hablamos, por ejemplo, de que la cámara lleve micrófono y/o altavoz incorporado, o de que cuente con un sistema motorizado para cubrir más espacio.

Hay algunos modelos que ofrecen seguimiento personalizado mediante Inteligencia Artificial, y otros que se sincronizan con los asistentes de voz.

¿Tiene batería integrada? ¿Cuánto dura? ¿Qué tipo de instalación incorpora? ¿Se puede manejar desde el móvil con una app? ¿Cuál es su compatibilidad? Estas cuestiones también te pueden interesar a la hora de elegir la cámara de vigilancia.

Tipos de cámara de vigilancia: de la analógica a la digital

Ahora sí que sí, podemos hablar de los distintos tipos de cámara de vigilancia. Hemos pasado por encima en el apartado de la conexión, pero merece un poco más de detalle. Cuando vayas a comprar tu cámara te encontrarás, a nivel general, con estas tecnologías.

prestaciones

Cámara analógica

Cámara IP

Componentes principales

Cámara + DVR

Cámara (se vincula a un PC o móvil)

Instalación

Compleja: requiere de
asistencia técnica

Sencilla y rápida

Resolución

Hasta 720p

Hasta los topes de mercado (8K)

Ampliación píxeles

Limitada

Casi ilimitada

Precios

Más baratas, si no
tenemos en cuenta
la instalación.

Más caras aunque como
pago único.

Cámara analógica CCTV

Son las cámaras de toda la vida, esas que se conectan a un aparato secundario para almacenar y visualizar las imágenes grabadas. Se las conoce como cámaras CCTV porque forman parte de un Circuito Cerrado de Televisión.

Este tipo de dispositivos tiene una instalación algo compleja y costosa; requieren de una planificación a la hora de colocar los elementos y pasar los cables por las paredes y los techos. La distancia máxima entre elementos, por ejemplo, no puede ser superior a los 100 metros si no queremos perder calidad.

Ahora bien, esta disposición física hace al sistema vulnerable frente a sabotajes e inhibiciones, aunque los cables de casi todos los modelos ya incluyen protección. De esa forma, cuando se intenta el sabotaje salta directamente la alarma.

La calidad máxima de la cámara analógica es de 720p; si quieres más tendrás que apostar po lo digital. El protocolo de comunicación suele ser TVI, AHD O CVI, y el DVR debe admitir compatibilidad a ellos para que funcione. Dentro del CCTV encontramos:

  • Box: con formas voluminosas y cableado interior.
  • Bullet: más discretas y con distintos tamaños de lentes a escoger. Funcionan muy bien por la noche.
  • Domo: son las que se instalan en el techo y tienen una forma semiesférica. El movimiento en este caso es unidireccional. Si es PTZ girará 360 grados en horizontal y 180 grados en vertical (operada mediante joystick).
  • Virtual 360 grados: fijas y con posibilidad de grabar un solo plano de la estancia. Ideales para pasillos y zonas de tránsito.
  • Discretas: hay mucha variedad aunque todas se caracterizan por ser casi invisibles a nivel de hardware. Las prestaciones que ofrecen son menores.

Cámara IP

Es el tipo más extendido de cámara de vigilancia digital. No necesitan ningún tipo de cableado porque se conectan con el dispositivo de control mediante Internet. Esto las hace más manejables a nivel de distribución, pero también más vulnerables a ataques.

Una simple vulneración de la red que utilices en casa podría dejarte sin conexión a las imágenes de la cámara IP. Por ello se recomienda contar con un buen nivel de ciberseguridad. ¿Merecen entonces realmente la pena?

Si tus exigencias de seguridad no son muy elevadas resultan muy interesantes. Son más baratas de adquirir (entre 30 y 120 euros) y de instalar. Además no requieren de ningún conocimiento técnico; basta un móvil con la app de turno instalada, para tenerlo todo controlado.

Ten en cuenta que puedes escoger un CCTV analógico e incluir en el sistema unas cuantas cámaras IP, ya que son compatibles con ese tipo de arquitectura. En caso de solo buscar garantías, este tipo de cámaras son las mejores.

Cámara Wi-Fi

Hay quienes las incluyen en el mismo saco que las cámaras IP, pero nosotros preferimos separarlas porque incluyen muchas funciones distintas. Las cámaras de vigilancia Wi-Fi fueron las últimas en llegar al mercado.

Funcionan también de manera inalámbrica mediante Internet, y por tanto prescinden de todo cableado. Eso hace que sean baratas de instalar y que también resultan bastante vulnerables a posibles ataques.

Claro que su accesibilidad al poder utilizarlas a través de un ordenador o un móvil, las hacen especialmente interesantes para personas jóvenes o con conocimiento de las herramientas digitales. Si apuestas por ellas, considera mejorar la calidad de tu Internet.

Y es que la cámara Wi-Fi es capaz de ofrecer una gran calidad de resolución (hasta 8K), siempre y cuando la red lo soporte. Recuerda que lo almacenado va o a un disco duro o a una tarjeta SD, y que sin buen respaldo técnico no podrá desarrollar todo su potencial a nivel de funciones.

Si estás buscando una cámara de vigilancia para tu casa y no tienes claro qué modelo elegir, no lo dudes. Entra la web de HomeGO o llama al 900 622 550 y echa un vistazo a nuestra cámara IP. La podrás manejar desde el móvil con una app sencilla y accesible.