Los incendios son, desgraciadamente, uno de los mayores peligros para la seguridad del hogar y también de empresas y oficinas. Se producen con cierta frecuencia y pueden llegar a tener consecuencias catastróficas que incluyen la pérdida de vidas humanas.
Por ello, ante la amplia oferta de alarmas contra incendios, la instalación de un detector de humos en casa es altamente recomendable, aunque no sea obligatorio de acuerdo a la legislación.
Existen varios tipos de alarmas contra incendios que se componen de detectores que usan una u otra tecnología. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes y, en este caso, te vamos a hablar del detector óptico de humos contra incendios.
¿Qué es un detector de humos? ¿En qué se diferencia del detector de calor?
Lo importante en una casa es que haya instalada una alarma de incendios, no importa de qué tipo. Una de las mejores opciones es el detector de humos que, a diferencia del detector de calor, utiliza la tecnología disponible para alertar de la existencia de altos niveles de humo en una estancia.
Por lo tanto, este tipo de detector permite alertar cuando hay mucho humo, pero no reacciona ante el calor, como lo haría un detector térmico. En este caso, emite una señal acústica cuando la temperatura ambiente de un espacio excede de un nivel de grados centígrados.
Además, en el caso del detector térmico, este puede también hacer saltar la alarma en el caso de que la temperatura ambiente esté aumentando muy rápido en un corto espacio de tiempo.
¿Qué es y qué ventajas tiene un detector de humos?
Los detectores de humos que están incorporados a una alarma contra incendios son, como su propio nombre indica, aquellos dispositivos que alertan de la existencia de humo en la estancia en la que están instalados.
Sus principales ventajas son dos: por un lado, la rapidez, dado que en cualquier incendio se propaga antes el humo que el aumento de la temperatura. Por otro lado, la detección rápida de gases tóxicos, algo que en ocasiones el detector de calor no es capaz de identificar a tiempo.
Una de las principales causas de muerte en el caso de incendio es la inhalación de dióxido de carbono y otros gases tóxicos durante la noche, muchas veces sin que la persona se dé cuenta al estar dormida.
Un detector de humos hace saltar la alarma en el momento en el que se produce esa concentración anormal de humos, lo que despertaría a los inquilinos del sueño y les podría salvar la vida.
Tipos de alarmas contra incendios: el detector óptico de humos
Entre los detectores de humo, el detector de humo óptico es aquel que detecta cualquier humo visible y da la voz de alarma. Es decir, es un dispositivo que incorpora una lente que es capaz de detectar el humo visible y accionar la alarma si este supera cierta concentración.
Se activa al detectar un cambio de luz en la zona examinada, concretamente un oscurecimiento en las zonas ultravioletas e infrarrojas del espectro electromagnético.
Es uno de los detectores de humo más eficaces y baratos del mercado. Por ello, es especialmente recomendable para el hogar y el más utilizado en oficinas, y obligatorios en hoteles y otra serie de establecimientos públicos.
El detector de humo óptico, sin embargo, no es capaz de detectar humos invisibles o gases que no sean visibles por los detectores de infrarrojos. Es decir, que se trata de un detector de humo de combustión visible.
Eso incluye cualquier incendio, pero no incluiría por ejemplo ciertos escapes de gases perjudiciales para la salud, e incluso mortales, como el gas o el CO2. Un detector de humo es diferente al detector de CO.
Para ello se han desarrollado detectores iónicos, que detectan los gases que produce cualquier incendio, incluidos los invisibles, y los detectores de gases, específicamente instalados para alarmar de fuga de gases.
En el caso de los detectores de gases, estos se activan ante cualquier gas y son especialmente utilizados en naves industriales y otros lugares en el que se usan gases y sustancias peligrosas.
Cómo elegir el mejor detector óptico de humos
El detector óptico de humos es el que se encuentra en los alojamientos hoteleros. Por eso, cuando alguien fuma en una habitación puede hacer saltar las alarmas, dado que además son aparatos con alta sensibilidad.
De hecho, la sensibilidad del detector es uno de los elementos más importantes a considerar para elegir un buen detector óptico de humos. En el caso de una excesiva sensibilidad, la alarma puede generar numerosas ocasiones de falsas alarmas.
Pero en el caso de falta de sensibilidad, el detector sencillamente no servirá para nada. Por ello, es importante asegurarse de que el detector óptico elegido tiene una sensibilidad suficiente que le convierte en efectivo ante cualquier incendio.
Por otro lado, es fundamental que el dispositivo este homologado. Para saberlo, debes asegurarte de que lleve el logo de la CE con la norma asociada. Además, es importante que incluya una garantía del fabricante.
Los detectores ópticos de humo son especialmente recomendables para ciertas partes de la casa, Por ejemplo, son útiles en salones o habitaciones, pero no para la cocina donde el vapor de cocción podría hacer saltar una falsa alarma.
Por último, puedes optar a detectores inalámbricos que funcionen con batería. También puedes elegir los eléctricos que implican una instalación por parte de un profesional. Si solo vas a poner algunos en casa, el de batería o pilas, te permitirá ahorrar en la instalación.
Sea cual sea el modelo que elijas, no escatimes en este aparato altamente recomendable para la seguridad de cualquier vivienda. Los incendios y los accidentes domésticos son más recurrentes de lo que podríamos esperar.
Además, el fuego es altamente peligroso y los incendios un riesgo real en cualquier vivienda: ¿Por qué no estar lo más protegidos posible por si en algún momento eso nos salvase de graves consecuencias?
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