Las pérdidas por hurto en locales comerciales, son muy numerosas en España, convirtiendo al país en uno de los principales de Europa en sufrir este tipo de robo menor. Además, los ciclos inflacionistas como el actual tienden a agravar este tipo de situaciones.
Todo aquel que tenga un establecimiento, debe tomar medidas antihurto que impidan la sustracción de sus artículos. Sin embargo, esto se hace más difícil especialmente tratándose de objetos pequeños, que son fáciles de manipular y se pueden esconder.
De todas las medidas posibles, una de las más utilizadas son las etiquetas antihurto. Te explicamos qué son y qué diferencias de seguridad existen entre las adhesivas y las rígidas.
Qué son las etiquetas antihurto
Las etiquetas antihurto son uno de los sistemas de seguridad más eficaces que hay para los locales comerciales de modo que, si tienes un negocio, sin duda se trata de una opción a valorar.
Más concretamente, son elementos que se colocan en los artículos de la tienda, y emiten una señal de alarma si alguien intenta robarlos.
Estos dispositivos no funcionan por sí solos, sino que se complementan con un elemento receptor, que es el que recibe la señal. Las etiquetas antihurto funcionan con distintos tipos de tecnología, generalmente electromagnética, por radiofrecuencia (RFID) o acustomagnética.
En el momento en que el artículo con la etiqueta puesta atraviesa el arco de seguridad o elemento receptor sea cual sea, hace saltar la alarma para que sepas que alguien está intentando sustraer algo de tu negocio.
La razón principal de utilizar estas etiquetas, es que se trata de elementos pequeños, fáciles de manejar y que, según se coloquen en el artículo, pueden pasar inadvertidos. Como habrás adivinado, para burlar el sistema de seguridad los ladrones intentarán arrancar las etiquetas del objeto, por eso lo ideal es que no lo detecten.
Una vez clara la definición de etiquetas antihurto, veamos qué tipos hay y cuál se adapta mejor a tus necesidades. Esto, dependerá fundamental del tipo de artículos que vendas.
Tipos de etiquetas antihurto
Las etiquetas antihurto pueden ser de muchas formas, pero fundamentalmente se dividen en dos tipos dependiendo del sistema que se utiliza para adherirlas a los objetos de la tienda:
Etiquetas adhesivas
Como su propio nombre indica, estas etiquetas se pegan al artículo. Para evitar fallos en el sistema de seguridad, estos dispositivos cuentan con un pegamento especial que sirve para que se adhieran al objeto y no haya ningún tipo de posibilidad de que se caigan.
Etiquetas rígidas
Las etiquetas rígidas, son aquellas a las que comúnmente nos referimos como “alarmas”. Como ya hemos indicado, pueden ser de muchas formas distintas.
Una vez puestas en el objeto, es necesario un imán especial para poder quitarlas, ya que en caso de intentar arrancarlas se rompería el artículo.
Ante estas dos posibilidades, es habitual que la gente se pregunte cuál de las dos opciones es más segura que la otra para un negocio. En realidad, dependerá mucho de cuáles sean las necesidades particulares, así como del presupuesto que se pueda destinar a seguridad en cada caso.
No obstante, y para resolver las posibles dudas, vamos a exponer a continuación cuáles son las ventajas y desventajas de las etiquetas adhesivas y rígidas, para ayudarte a discernir cuál es mejor para tu negocio.
Ventajas e inconvenientes de las etiquetas adhesivas
Las etiquetas adhesivas son, esencialmente, más prácticas que las etiquetas rígidas. Cuentan con un pegamento especial que sirve para que se adhieran fuertemente a los artículos de tu tienda, lo que facilita la tarea de alarmar todos los objetos.
A la hora de vender un producto, estas etiquetas no se quitan para entregárselo al cliente, sino que son desactivadas, normalmente por el mismo sistema de cobro. Esto permite agilizar el trabajo de la caja, ya que el dependiente o dependienta no tendrá que entretenerse quitando las alarmas.
Sin embargo, el pegamento que llevan las etiquetas adhesivas puede ser dañino para determinados materiales, por lo que se desaconseja, por ejemplo, para las tiendas de ropa. Igualmente, es preferible no utilizarlas con otros objetos cuyo material pueda ser sensible.
En comparación con las etiquetas rígidas, son mucho más económicas, entre otras cosas debido a su sistema de desactivación, que como hemos dicho no depende de un elemento externo para quitarlas del producto.
Ventajas e inconvenientes de las etiquetas rígidas
Las etiquetas rígidas, por el contrario, son más caras puesto que deben quitarse a la hora de cobrar el producto. No es posible desactivarlas, de modo que el cliente no puede salir del comercio llevándolas encima, o haría saltar las alarmas en todo caso. Para ello, se utiliza un dispositivo especial, que sirve para que se suelten.
Para engancharlas a los productos, se utiliza generalmente un clavo para todos aquellos que puedan ser agujereados, como la ropa, los bolsos, zapatos de tela, cinturones, etc. Cuando se trata de artículos rígidos que no pueden agujerearse, se utiliza una correa para colocarlas.
Quitarlas resulta mucho más complicado que en el caso de las etiquetas adhesivas, de modo que se trata de un elemento más seguro. A efectos de alarma, su funcionamiento es similar, ya que también emiten una señal que detecta el arco de seguridad si la persona intenta abandonar el local con cualquier objeto.
¿Cuál de las dos opciones es mejor?
Lo primero a lo que debes atender es a tu tipo de negocio y lo que vendes. En algunos casos, no hay posibilidad de elegir entre una u otra puesto que, si tienes una tienda de ropa, las etiquetas adhesivas no son una opción, o al menos, no una recomendable.
No obstante, si tienes la posibilidad de escoger, siempre es preferible atender al criterio de seguridad. En ese sentido, las etiquetas rígidas son más seguras, a costa de hacer una inversión algo mayor y sacrificar la rapidez de los cobros en la caja. Recuerda que, al tener que retirarlas manualmente, seguramente te lleve algo más de tiempo cobrar.
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