Al pensar en seguridad de casa lo más seguro es que antes de nada apuestes por instalar un sistema de alarma o un circuito de cámaras de seguridad. Es normal porque al fin y al cabo son las medidas más efectivas para evitar robos.

Es una buena idea, por supuesto, pero no debes olvidar que lo más importante es proteger la entrada principal, y que la mejor forma de hacerlo es con una buena cerradura. Vale, y ¿cómo demonios se instala esto?

Cambiar la cerradura es algo que, casi con total seguridad, tendrás que hacer varias veces a lo largo de tu vida. Puede ser por desgaste, o porque acabas de mudarte y prefieres colocar una de mejor calidad.

También es posible que te hayan robado las llaves o que las hayas perdido, y estés pensando en evitar que un ladrón entre en casa. Para todos estos casos, veamos cómo cambiar la cerradura de una puerta paso a paso.

Antes de cambiar la cerradura debes conocer su tipología

Antes de cambiar una cerradura, es importante familiarizarse con los tipos que hay en el mercado, ya que todos ellos tienen sus propias particularidades. Dependiendo del tipo de vivienda o de cuáles sean tus necesidades, te convendrá más decantarte por uno y otro modelo:

  1. Cerraduras de sobreponer: este tipo de cerraduras queda totalmente a la vista, colocándose en la parte interior de la puerta. Están hechas para puertas que no superen los 4 cm de ancho,
  2. Cerraduras embutidas: también conocidas como cerraduras empotradas, son las más utilizadas hoy en día. Se integran en la puerta, colocando una manivela en la parte interior para hacerla girar. Por la parte de fuera, se abren con llave.
  3. Cerraduras antibumping: las cerraduras de seguridad o antibumping están especialmente diseñadas para no ser forzadas mediante esta técnica. Son las más seguras del mercado, aunque no imposibles de abrir.
  4. Cerraduras multipunto: con un tipo de cerradura de seguridad que suele colocarse en puertas blindadas o acorazadas. Cuenta con distintos puntos de cerradura colocados a diferentes alturas, que se accionan a la vez cuando se gira la llave.
  5. Cerraduras pomo: se trata de un modelo más antiguo, más habitual en puertas interiores debido a que no es especialmente seguro. No obstante, con el paso del tiempo se ha mejorado considerablemente su mecanismo para que resulte más difícil de forzar.
  6. Cerrojos de seguridad: se trata de los elementos metálicos que se colocan en el interior de la puerta, generalmente en la parte de arriba. Es un complemento a la cerradura para mejorar la seguridad sin tener que cambiarla.
  7. Cerraduras digitales: el avance tecnológico ha permitido el acceso a cerraduras más sofisticadas, con sistemas de apertura complejos. En concreto las digitales, se utilizan habitualmente en hoteles y en garajes. Pueden abrirse con un mando, introduciendo un código, una tarjeta o incluso huella digital.
Cerraduras

Cómo cambiar una cerradura paso a paso

Siempre existe la opción de contratar los servicios de un cerrajero, aunque no te va a salir nada barato para el servicio que es. Si optas por una cerradura de seguridad, el coste total de cambiarla ya puede dispararse. Por eso, no está de más saber cómo cambiarla tú mismo.

Comprar la cerradura adecuada para tu puerta

Parece obvio que el primer paso sea este, pero es importante tener a mano la cerradura nueva antes de proceder a cambiar la anterior, de modo que la puerta no se quede desprotegida en ningún caso.

Además, es fundamental que la cerradura que elijas sea la óptima para cubrir tus necesidades. Si te preocupa que alguien pueda forzarla, hazte con una de seguridad antibumping. Su instalación es tan sencilla como la de una cerradura normal.

Quitar el embellecedor

Para este paso, necesitarás un destornillador.

Primero, tendrás que retirar el embellecedor de la cerradura, quitando los tornillos que la sujeten. Una vez retirado, podrás verla por dentro y localizar el tornillo que sujeta a la puerta, que suele ser bastante largo.

Es probable que necesites un destornillador distinto al del embellecedor para este, aunque por lo general bastará con uno plano.

Sacar la cerradura

Cuando hayas retirado el tornillo largo que sostiene la cerradura a la puerta, será el momento de sacarla del hueco de la puerta, un paso que tendrás que realizar con mucho cuidado. Para hacerlo, introduce la llave en el bombín, gírala 45 grados y empuja para que este salga del hueco.

Hay ocasiones en las que la cerradura sale con mucha facilidad, y otros en los que resulta más complicado. Si haces demasiada fuerza corres el riesgo de partir la llave o rallar la puerta, por lo que es preferible repetir la maniobra varias veces.

Cuando hayas conseguido sacar la cerradura, te recomendamos que compares las medidas con la nueva, para asegurarte de no tener que hacer ninguna modificación en el hueco de la puerta.

Colocar la nueva cerradura

Retirado el bombín antiguo, llega el momento de insertar la nueva cerradura en el hueco de la puerta, un paso que también puede resultar algo complicado y que hay que hacer con mucho cuidado.

Primero, tienes que meter la llave en la cerradura, para después colocar esta en el agujero de la puerta. Antes de hacerlo cerciórate de que lo pones en la posición correcta y no al revés, ya que en caso de que no lo sea, sacarlo para colocarlo te dará bastantes problemas.

Una vez hayas insertado el nuevo bombín, el siguiente paso es el de atornillarlo, de nuevo con el tornillo largo destinado a ello. Coloca el nuevo embellecedor y atorníllalo también.

Comprueba la cerradura

Con la cerradura y el embellecedor colocados te tocará comprobar que el funcionamiento es correcto. Primero, hazlo con la puerta abierta, insertando la llave y asegurándote de que gira sin problemas.

Si es así, lo siguiente es hacer la comprobación a puerta cerrada, para lo que te recomendamos que haya alguien dentro del domicilio. De este modo, en caso de que algo falle, esa persona podrá abrir la puerta sin problema.

¡Y listo! Ahora ya solo queda terminar de reforzar la seguridad de casa. Entra en nuestra web o llama al 900 622 550 y deja que en HomeGO te ayudemos con esa tarea. Recuerda que en materia de seguridad toda precaución es poca.