Las alarmas son el sistema de seguridad más utilizado para protegerse contra los robos en viviendas o locales, y no por casualidad. Un dispositivo que alerta de la presencia de un intruso a través de cámaras o sensores de movimiento es imbatible ¿no?

Pues ojo, porque los delincuentes también se actualizan a medida que lo hacen los elementos de seguridad. Lo más común para inutilizar las alarmas son los inhibidores de frecuencia; unos aparatos que pueden tumbar por completo tus barreras de protección.

A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre ellos y cómo puedes protegerte de su uso.

Qué es un inhibidor de frecuencia

Los inhibidores de frecuencia son aparatos que sirven para bloquear las diferentes señales que emite una alarma y, de esta forma, inutilizarla para que no salte. Los ladrones profesionales los usan para desbloquear la seguridad del domicilio o local donde pretenden robar.

El nacimiento de este dispositivo se remonta a la Segunda Guerra Mundial. Se inventó con el objetivo de impedir que los mensajes de un bando llegaran a su destino para entorpecer sus acciones, así como para emitir información falsa, confundir al enemigo y tenderle trampas.

Desde entonces, como te puedes imaginar, ha evolucionado muchísimo. Tanto que hoy es una herramienta puntera de actos delictivos entre determinados individuos con nivel de profesionalización.

Cómo funciona un inhibidor de frecuencia

Estos dispositivos emiten una especie de ruido que se mezcla con la señal emitida por la alarma. Lo que consiguen es saturar la banda y, de esta forma, evitar que la información generada por el aparato de seguridad llegue a su destino.

La interferencia que provocan es capaz de bloquear la señal emitida vía bluetooth, por infrarrojos, redes móviles, GPS, etc. Se trata de un elemento relativamente sencillo, pero muy efectivo. Por ello, es muy importante invertir en protección.

Legalidad de los inhibidores de frecuencia

Lo más probable es que alguna vez te hayas visto afectado por un inhibidor de frecuencia. Estando en la calle, quizás tu móvil se haya quedado sin cobertura, o puede que hayas querido abrir la puerta del garaje de tu casa y el mando haya dejado de funcionar. ¿Qué dice la ley al respecto?

Los inhibidores de frecuencia están totalmente prohibidos a nivel particular. Es lógico si tenemos en cuenta que están pensados para desbloquear los sistemas de seguridad de una casa o de un local.

No obstante, el motivo por el que se decidió prohibirlos no reside únicamente en que se utilicen para actividades ilegales. Algunos profesores —los más astutos— los consideran útiles para detectar los pinganillos en exámenes, por ejemplo.

Esto, que en apariencia es inofensivo, puede ser muy problemático en caso de emergencia médica. Y es que, hasta que no se apagara el inhibidor, no cabría la posibilidad de llamar por teléfono a una ambulancia.

Ojo, porque la compra de estos inhibidores sí que es legal. Vamos, que puedes adquirirlos pero no usarlos. Sabiendo todo esto, por tu seguridad y la de los tuyos, es importante que te informes acerca de las posibilidades para protegerte de los inhibidores de frecuencia.

Alarmas anti inhibidores

Lo barato siempre sale caro. Si tu intención al instalar una alarma es la de protegerte de una posible inhibición de la señal, no debes fijarte exclusivamente en el precio. Gastarte lo menos posible en tu seguridad te llevará a instalar un sistema más vulnerable a desactivaciones.

En su lugar, te recomendamos prestar atención a las características específicas del sistema de seguridad. Y en ese mismo sentido, presta mucha atención a las funciones que incluyen los fabricantes para proteger los aparatos de los temidos inhibidores.

En el mercado existen alarmas menos susceptibles de ser bloqueadas. Nos referimos a las que ofrecen una disposición cableada. El motivo es lógico: la señal de este tipo de alarmas solo se detiene en caso de cortar los cables.

¿Está todo perdido con una alarma inalámbrica? No. Hay varias formas de evitar que inhiban la señal. Lo más eficaz, con una alarma conectada a CRA, es que la propia central haga comprobaciones cada cierto tiempo (preferiblemente pocos minutos) de envío y recepción de señales.

Igual de útil es que la señal que se produce entre la CRA y la alarma sea continuada, es decir, que no se emita en determinados momentos y se corte después. De esta forma, en caso de que se dejara de recibir, la central sabría inmediatamente que algún tipo de aparato la está cortando.

Con una inversión algo mayor, también existe la posibilidad de instalar una alarma anti inhibidores que se comunique con la CRA a través de diferentes canales. Es una protección muy efectiva, ya que, en caso de intentar bloquear la señal, esta seguiría emitiéndose y por otros medios.

Ah, y que sepas que, en caso de no tener sistema de seguridad conectado con una CRA, puedes adquirir igualmente un kit de alarma anti inhibidores. Estos aparatos de instalación fácil te avisan en caso de detectar cualquier tipo de corte en la señal.

¿Pensando en reforzar así tu seguridad? QUe sepas que en HomeGO tenemos lo que andas buscando para acabar con el miedo a intrusiones. Entra en nuestra web o llama al 900 822 500 y hazte con los recursos que necesita tu vivienda.