No falla: en la lista de los municipios con mayor probabilidad de robos en viviendas están todos los ubicados en la costa. ¿Casualidad? Ni mucho menos. Un estudio de Unespa revela cómo el confinamiento y los posteriores cambios de hábitos han empujado a los ladrones a cambiar de estrategia.

Aunque se siguen produciendo incidentes en Madrid y otras urbes del interior, el principal interés de los delincuentes está ahora más que nunca en las segundas residencias; esas viviendas que antes ya se pasaban la mayor parte del año vacías, y que ahora tienen garantías superiores de estarlo.

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Los ladrones, que siempre han tenido como máxima prioridad actuar esquivando a los inquilinos, ven en esas casas de la playa o del pueblo, objetivos perfectos para sus hurtos. Suelen ser viviendas poco o nada protegidas, en zonas con escaso tránsito de personas, y con nulos sistemas de seguridad.

No sorprende que la lista de los municipios golpeados por los robos más graves esté formada en su mayoría por ubicaciones próximas al litoral o cercanas a grandes urbes del mismo. Justo los pueblos donde solemos tener más segundas residencias.

cAPITAL MEDIO ROBADO (2019-2020)
RANKING MUNICIPIO VALOR MEDIO
1 Pozuelo de Alarcón 2602 euros
2 Marbella 2504 euros
3 Alcobendas 2333 euros
4 Sant Cugat del Vallés 2258 euros
5 Torrent 2224 euros
6 Mijas 2197 euros
7 Orihuela 1956 euros
8 Girona 1908 euros
9 Alcalá de Guadaíra 1819 euros
10 Arona 1800 euros

No es ninguna locura decir que si tienes una segunda residencia en la playa, deberías empezar a preocuparte por su seguridad. Las probabilidades de robo siempre son bajas, pero mientras existan, prevalecerá la necesidad de adoptar medidas preventivas.

Por suerte, la mayoría de las estrategias no requieren hacer un gran desembolso de dinero. Y las que sí lo exigen están vinculadas a una rentabilidad innegable a medio y largo plazo. De esto va precisamente el artículo que estás leyendo. ¿Cómo proteger la segunda residencia?

Establece un plan de visitas periódicas

Lógicamente no es posible en todos los casos, pero hay que tratar de llevarlo a cabo siempre que sea una opción lógica. Establece un plan de visitas periódicas a la segunda residencia, especialmente si esta se encuentra a menos de 200 kilómetros de distancia de tu casa.

Puedes ir una vez cada tres o cuatro semanas, para comprobar que todo está en orden, y sobre todo, para hacerle saber al posible ladrón que esté vigilando el inmueble, que puedes aparecer por allí en cualquier momento.

¿Qué pasa si tu segunda residencia está en la playa? En ese caso lo aconsejable es que te apoyes en la red de vecinos local. Es decir, que delegues la tarea a uno de los inquilinos de más confianza que viva permanentemente en el lugar.

¿Y si alquilo la segunda residencia?

Es una alternativa que puede resultar interesante en determinados casos. Para proteger la segunda residencia, la opción del alquiler supone una seguridad casi absoluta frente a robos. ¿Por qué entonces no siempre es recomendable?

Pues porque gestionar el día a día con el rentado cuando vivimos a cientos de kilómetros de la vivienda, puede llegar a suponer un verdadero quebradero de cabeza. Con familiares cerca sería otra cuestión, pero sin una red de soporte casi que solo añade más problemas de los que resuelve.

Instala una buena cerradura

Basta una palanca y un poco de fuerza para reventar cualquier puerta. Los ladrones son conscientes de que en las segundas residencias estos sistemas de seguridad no tienen la misma calidad ni resistencia que en las viviendas habituales. Trata de sacarles del error con una buena inversión.

No hace falta que sea la mejor cerradura del mercado, pero sí que esté al día con las últimas tecnologías disponibles. Hay modelos inteligentes que funcionan vinculados a la domótica y se pueden controlar hasta desde el móvil. La cuestión es ponérselo difícil al delincuente.

Refuerza las ventanas de tu segunda residencia

De acuerdo con los datos disponibles, 6 de cada 10 robos de viviendas en España se producen a través de las ventanas. Imagínate esta estadística aplicada a las segundas residencias: un auténtico desastre. Pero ojo, porque hay solución.

El nivel de seguridad a aplicar dependerá del presupuesto disponible. La alternativa más económica pasa por los cerrojos, manillas con llave, bloqueos de hojas correderas y alarmas para ventanas. Acompáñalo siempre de un vidrio antirrobo, reforzado para tales cuestiones. Valora una persiana autoblocante.

Apuesta por un videoportero inteligente

Imagina poder comunicarte directamente con tu segunda residencia cuando llamen al timbre. Esa es solo una de las muchas posibilidades que brindan los videoporteros inteligentes. Coges tu móvil o tu tablet y resuelves la posible situación de robo.

Al tener una vigilancia permanente sobre la entrada del hogar, este tipo de dispositivos cumplen la misma función que los sistemas de videovigilancia. La cuestión es que tengas recursos gráficos actualizados en tiempo real, para saber si están hallando el inmueble.

Mucho cuidado con la publicidad

Nos referimos a lo que publicas en las redes sociales e Internet. Aunque solemos pensar en los okupas cuando hablamos de las pistas que dejamos en la red, este consejo también es válido para frenar a los ladrones y proteger la segunda residencia.

Si estás pensando en alquilarla, trata de buscar inquilinos sin publicar el inmueble en los portales especializados; esa es una de las fuentes de información más importantes para los delincuentes. ¿Que estás simplemente en la segunda residencia de vacaciones? Cuidado con anunciarlo denominándola como tal en tus perfiles.

Refuerza tu segunda residencia con una buena puerta blindada

Más de lo mismo. De nada te servirá cambiar la cerradura y las ventanas si no lo acompañas con una buena puerta blindada. Sabemos que es una inversión importante, pero es que ese frente representa uno de los principales puntos débiles de la segunda residencia.

En el mercado hay modelos de todo tipo, aunque los que quizás más te interesen sean los que se hacen llamar "puertas antiokupas". Suelen estar fabricadas completamente de acero galvanizado, carecen de mirilla y llevan placas de manganeso junto al bombín.

Eso por no hablar del escudo macizo que protege la cerradura, de los bulones que evitan la extracción de la puerta y de la tornillería con cabezales inviolables pensados para reforzar la seguridad. Una de estas puertas te puede costar entre 1000 y 1500 euros. Son incómodas para el día a día, pero muy efectivas para proteger la seguridad de tu segunda residencia.

Instala una alarma en tu segunda residencia

¿Qué sentido tiene preocuparse por los elementos físicos de la segunda residencia, si después no pensamos en el allanamiento? Es decir, que no tiene sentido proteger puertas y ventanas sin contar con una alarma de seguridad en el interior.

En HomeGO disponemos de kits de seguridad específicos, equipados con cámaras de vidoevigilancia y detectores de movimiento, que te permitirán mantener una seguridad precisa sobre el inmueble aunque no estés en él durante muchos meses.

En estos casos te interesa una alarma conectada a central, que sea capaz de poner en acción a la policía sin necesidad de intervenir. Los profesionales coordinarán la actuación mientras tu te mantienes atento a comunicaciones por teléfono o Internet.

Es verdad que en el mundo de la seguridad no existen las certezas, pero todas estas medidas te acercarán un poco más a a protección plena. Ignorar la seguridad de la segunda residencia siempre supone aumentar el riesgo general de sufrir robos, y por eso es casi una obligación redoblar los esfuerzos preventivos.

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