¿Alguna vez te has preguntado cuáles son los componentes de las alarmas de seguridad? Es decir, ¿cómo consiguen funcionar de esa manera siendo dispositivos tan pequeños y aparentemente sencillos? Si nunca lo has hecho, quizás este sea un buen momento para empezar.

Al fin y al cabo estás delegando la protección de tu vivienda o tu negocio a la alarma contratada. Conocer su funcionamiento interno y el papel que tiene cada elemento del hardware resulta vital para entender el por qué de las averías y los límites mismos del aparato.

Como ya explicamos en otro artículo anterior, la primera alarma de la historia era muy sencilla. August Russell Pope inventó un aparato a pilas que reaccionaba al cerrar un circuito eléctrico al que las puertas y ventanas estaban conectadas en paralelo.

Al abrir uno de esos elementos el circuito se cortaba haciendo que los imanes internos de la alarma comenzaran a vibrar. Estas oscilaciones electromagnéticas pasaban a un martillo que golpeaba la campanilla responsable del sonido. Y poco más.

Como ves los componentes de las alarmas de seguridad en el siglo XIX eran muy simples. Por suerte, la tecnología ha avanzado y en la actualidad estos dispositivos son mucho más complejos y precisos.

El problema es que nadie se preocupa en explicarlo. Importa más vender que proteger de verdad a los clientes. En HomeGO no somos así, y por eso queremos entrar en faena. Vamos a por los componentes de los sistemas de seguridad modernos.

Partes básicas de una alarma de seguridad

Hay que distinguir bien entre componentes de la alarma de seguridad accesorios y partes críticas. Ambos confluyen en el funcionamiento efectivo del dispositivo, pero este no podría operar sin unos y sí con los otros.

Como es lógico, vamos a empezar hablando de todo ese hardware y software vital del aparato de protección. Estos, independientemente de la marca, están presentes en todos los modelos del sector.

Unidad de control: el cerebro de la alarma

Es el procesador de tu móvil o de tu ordenador; el hub central por el que pasan todos los inputs y outputs del dispositivo de seguridad. Por eso se suele denominar a la unidad central como “cerebro de la alarma”.

Este componente deja de ser un procesador que lleva acoplado una placa base, una memoria y otros módulos dedicados al control de la alarma; teclado, sistema de identificación biométrico, etc. Obviamente, para que funcione todo esto se dispone de una conexión eléctrica y una batería para posibles cortes.

En la unidad central también se almacena la información que después servirá para analizar posibles robos, activar zonas concretas de la vivienda, ajustar programaciones o configurar respuestas condicionadas a inputs.

Como es lógico, el hub es el que se comunica a distancia de forma estable y segura con los distintos detectores del sistema. Suelen ser conexiones de apenas segundos que operan en frecuencias modulables en caso de posibles inhibidores.

Fuente de alimentación

Qué sería de una máquina sin corriente. Para que funcione, uno de los componentes de la alarma de seguridad ha de estar dedicado a la conexión con el sistema eléctrico de la vivienda o local. Es así como trabajan todos los aparatos modernos.

Hablando del dispositivo de protección, encontramos un sistema de alimentación dedicado a los distintos apartados del hardware y otro al panel de control. De ellos dependen de que los picos de tensión y las demás variaciones de voltaje no estropeen la alarma.

Huelga decir que la fuente de alimentación cuenta con SAI integrados para garantizar el funcionamiento del dispositivo en situaciones de falta de corriente. ¿Están hackeando tu alarma? Esta tecnología permitirá que puedas seguir accediendo a ella sin problemas.

Elementos de detección que puede incluir una alarma

Hasta ahí los componentes de las alarmas de seguridad que son indispensables. Ya habrás visto que cada compañía ofrece dispositivos con funcionalidades diferentes. Eso es porque estamos ya en un apartado del hardware opcional.

Aquí el fabricante incluirá lo que crea necesario de acuerdo con el objetivo del producto. La lista de sensores y detectores que puede incluir una alarma es casi infinito, pero no está demás hacer un pequeño repaso.

  • Detector magnético: una suerte de botón destinado a identificar la apertura de puertas y ventanas.
  • Detector de movimiento: componente capaz de captar variaciones de temperatura y/o desplazamiento de objetos mediante ondas electromagnéticas.
  • Barrera infrarroja: emisor conectado a la alarma que sirve para la detección perimetral de zonas exteriores.
  • Detector de impacto o vibración: lámina muy fina y aislada capaz de detectar mínimas vibraciones de una superficie. Al superar un límite contactan con la unidad central para activar la alarma.
  • Detector de rotura de vidrio: micrófono asociado a un chip que limita su funcionalidad a un rango concreto de decibelios. Exactamente a los que emite la rotura de un cristal.
  • Detector de humo: componente capaz de identificar incendios midiendo el nivel de partículas en suspensión que hay en una habitación concreta.
  • Detector de humedad: sensor capaz de prevenir inundaciones mediante la identificación de ciertos niveles de humedad en una superficie concreta. El testigo salta cuando se supera el límite.
  • Sensor lapa: detecta camios de temperatura o de movimiento adherido normalmente a cajas fuerte.
  • Videodetector: sensor de movimiento acoplado a una cámara a color y visión nocturna. Se activa cuando percibe una intrusión y captura imágenes para advertir a la alarma.

Componentes de alerta

No los hemos incluido en la parte de componentes de alarmas de seguridad básicos porque también pueden variar dependiendo del modelo y de la marca. Nos referimos a los elementos encargados de emitir la señal de alarma.

Lo más habitual es encontrar una sirena preparada para emitir un sonido potente y desagradable. Esto sirve como herramienta de disuasión advirtiendo al ladrón de que ha sido identificado. Las hay tanto para interiores como para exteriores.

La alternativa es la alarma silenciosa. Es decir, aquella que no cuenta con sirena. Eso no significa que no advierta a la policía, sino que lo hace en silencio. Resultan, por tanto, mucho más efectivas para detener a los ladrones sin llamar la atención.

En función a este enfoque de seguridad, podemos distinguir dos tipos de componentes:

  • Elementos disuasorios: son las señales que advierten tanto al inquilino como al ladrón. Se incluyen las mencionadas sirenas, pero también las luces y las placas disuasorias. Su mera presencia ya echa para atrás a más de un delincuente.
  • Elementos de protección activa: están enfocados en la protección inmediata del hogar. Puede tratarse tanto de un sistema de niebla como de uno de alerta a la policía o los bomberos. Las cámaras de seguridad también se enmarcan aquí.


Teclado de control

Panel táctil colocado en una parte accesible de la vivienda desde el que el usuario puede apagar, encender o configurar los parámetros de la alarma de seguridad. Su tamaño y diseño depende de la marca y la compañía instaladora.

Los modelos más antiguos incluyen botones físicos para manejarlo. Los más recientes, no obstante, han sustituido todo el hardware por una superficie lisa que se activa tocando con los dedos.


Comunicador

¿Quién alerta a la Central Receptora de Alarmas o la policía. Hasta aquí habíamos visto los elementos que detectan la intrusión y los que emiten la señal para advertir. Pero no el componente encargado de poner en disposición a la CRA y demás terceros involucrados.

El comunicador más habitual es el que trabaja a través de la línea telefónica, aunque en los últimos años han ganado fuerza los comunicadores IP y los GRPS. La variedad da la posibilidad de esquivar los métodos de hackeo de los ladrones.


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