El monóxido de carbono es un gas que utilizamos en nuestro favor, pero existe la posibilidad de que actúe en nuestra contra. Una fuga te puede provocar una intoxicación. Te enseñamos cuáles son los síntomas y cómo evitarla para mantener a salvo a todas las personas de tu vivienda.

Hay muchísimos electrodomésticos y aparatos del hogar que necesitan de gas para funcionar. Las estufas o calderas son algunas de ellas. Este tipo de productos producen monóxido de carbono, que es muy perjudicial para las personas.

Una fuga como estas puede ser letal. Por suerte, hay varias formas de prevenirla o darnos cuenta de que estamos sufriendo una intoxicación.

Intoxicación por monóxido de carbono: qué es y síntomas

El monóxido de carbono es un gas muy perjudicial para nuestra salud que se encuentra en varios ámbitos de nuestro día a día. Por ejemplo, al encender la calefacción de casa.

Qué es una intoxicación por monóxido de carbono

Si sufres una intoxicación de este tipo, significa que tienes una fuga de gas en casa. Debes saber que esto sucede a raíz de un proceso de combustión y que lo más seguro es que tengas una avería en este sistema.

Casi todos los electrodomésticos y aparatos del hogar que funcionan con gas y tienen un sistema de ventilación. Este tiene como objetivo que no se acumulen los gases perjudiciales para nuestra salud.

Intoxicación por monóxido de carbono: cómo evitarla

¿Qué pasa si hay una avería en esta parte? Lo más probable es que se esté acumulando mucho monóxido de carbono y otros gases perjudiciales para nuestra salud. Esto es muy peligroso, pero ¿cómo nos damos cuenta?

Síntomas de una fuga de monóxido de carbono

El mayor peligro de que se produzca esta fuga es que sufras una intoxicación. Aparte de los indicios en casa, hay algunos síntomas que te podrían alertar de que estás en peligro.

Una particularidad de este gas es que es incoloro e inodoro, esto lo hace prácticamente imposible de ser detectado a simple vista por una persona. No te preocupes, hay otras formas de encontrar estas fugas. Lo mejor que puedes hacer es comprarte un detector de monóxido de carbono.

Este dispositivo se encarga de medir la cantidad de este gas en casa y lanza una alarma cuando los niveles son peligrosos. El lugar donde se coloca es muy importante para que funcionen bien.

Intoxicación por monóxido de carbono: cómo evitarla

También hay otros indicios de que se está generando más monóxido de carbono del que debería haber. Que haya más humedad en el ambiente o que los pilotos de algunos aparatos empiecen a fallar son los más relevantes.

Los niños, ancianos y personas con problemas respiratorios son los que más van a sufrir estos síntomas por regla general. También depende del tiempo de exposición y la cantidad de monóxido de carbono.

Intoxicación por monóxido de carbono: cómo evitarla

Los síntomas pueden variar desde dolores de cabeza, fatiga o nauseas hasta convulsiones, asfixia o fallos en la capacidad de razonamiento. Hay muchos y es difícil darte cuenta de que es por este motivo.

Intoxicación por monóxido de carbono: cómo evitarla

Si tienes sospechas de que puedes estar teniendo una intoxicación por monóxido de carbono, lo primero que tienes que hacer es abrir ventanas y puertas. Luego, sal de casa.

En principio, basta con que respires aire fresco de la calle para que el monóxido de carbono se vaya poco a poco de tu cuerpo. Especialmente, en casos leves.

En casos más graves será necesario usar una mascarilla con oxígeno para que se elimine el monóxido de carbono. Esto depende de la cantidad de gas que hayas respirado.

El principal efecto negativo es que no permite que le llegue el oxígeno a los órganos vitales. Esto es algo muy perjudicial para la salud y que puede llegar a provocar la muerte.

Viéndolo con perspectiva, un detector de monóxido de carbono te puede venir muy bien. Una fuga de gas no suele ser muy habitual, pero así te aseguras de que no tienes ningún problema.

Recuerda realizar el mantenimiento periódico de tus electrodomésticos y si notas que algo va mal, abre las ventanas y puertas de la casa. Por supuesto, no te olvides de alertar a tus vecinos y llamar a la policía.

De todas formas, lo más recomendable es instalar un detector de monóxido de carbono. Al final, es el mejor método y puede ayudarte a prevenir un gran problema.

Cómo actuar ante una fuga de dióxido de carbono

Si el detector te alarma de que hay demasiado dióxido de carbono en el ambiente, lo primero que tienes que hacer es abrir las ventanas y puertas para que entre aire fresco.

Una vez lo hayas hecho, es el momento de abandonar la casa y avisar al resto de vecinos del peligro. También debes llamar a las autoridades (policía y bomberos) para que ayuden.

En estos casos, lo más importante es realizar un buen mantenimiento de estos sistemas para evitar fugas de monóxido de carbono. Prevenir es mejor que curar y en estos casos te juegas mucho.

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