Las cámaras de seguridad se instalan para que tu vivienda, negocio o el espacio que quieras asegurar se encuentre más protegido. Sin embargo, la falta de conocimiento a la hora de colocar una cámara puede hacer que se produzca el efecto contrario. No cometas estos errores al colocar una cámara de seguridad.
Errores más comunes al colocar una cámara de seguridad
Aunque muchos propietarios optan por contratar a un profesional para instalar su cámara de seguridad, no todo el mundo se lo puede permitir. No obstante, estos son los errores que no debes cometer al colocar un sistema de videovigilancia:
Poner la cámara en el lugar equivocado
Las cámaras de seguridad cumplen dos funciones principalmente: la primera es la de funcionar como elemento disuasorio ya que, al advertir de la presencia de cámaras, cualquiera con intención de invadir una propiedad privada se lo pensará dos veces.
La segunda es captar imágenes que puedan alertarnos de la presencia de intrusos y, si es necesario, servir como prueba. Para que todo esto funcione, el ángulo de visión que capte la cámara de seguridad tiene que ser el adecuado.
En muchas ocasiones, fallamos a la hora de instalar el aparato y este no abarca todo el espacio, dejando algunos puntos muertos en los que puede moverse un ladrón sin ser visto.
Esto puntos muertos son errores al colocar una cámara de seguridad que no podemos permitirnos si la intención es estar lo más protegidos posible.
No actualizar el software de la cámara
La mayoría de las cámaras de seguridad funcionan conectadas a internet, por lo que suelen surgir nuevas actualizaciones cada cierto tiempo. Al igual que sucede con los smartphones, tablets y ordenadores, cada cierto tiempo aparecen nuevas versiones del software que deben instalarse para el correcto funcionamiento de la cámara.
No hacerlo, puede crear vulnerabilidades que hagan más fácil el acceso a piratas informáticos, aunque este no es el único peligro. Debido precisamente a que la mayoría de las cámaras están conectadas a internet, no actualizarlas puede afectar a su conexión.
En consecuencia, a la grabación de las imágenes, haciendo que estas no se tomen correctamente. Si no quieres que tu cámara falle de una y otra forma, asegúrate de no cometer el error de no actualizar su sistema operativo cuando aparezca el aviso.
No poner protección al grabador
Algunos modelos de cámaras de vigilancia cuentan con un aparato externo para captar y almacenar las imágenes. Este, se conoce como grabador.
En muchas ocasiones, nos centramos en la instalación de la cámara y olvidamos lo más importante, es que proteger este elemento. El motivo es que, sin él, el sistema no funcionaría, por lo que la cámara sola sería inútil.
Imagina que alguien entra a robar a tu casa y la cámara capta las imágenes, pero has dejado el grabador a la vista y el ladrón se lo lleva. En ese caso, tu sistema no habría servido para nada, lamentablemente.
En consecuencia, cuando instales la cámara, no cometas el error de no proteger el grabador con un armario, cristal, o cualquier material que lo mantenga aislado.
No informar de la presencia de cámaras
Este error debe tenerse muy presente cuando hablamos de espacios accesibles al público, ya sea una comunidad de propietarios, una tienda o local abiertos al público, o un espacio de trabajo privado.
Legalmente, se pueden instalar cámaras por razones de seguridad, pero es necesario advertir de su presencia, ya que el acceso a esas imágenes se restringe por la protección de datos y el derecho a la intimidad de las personas que aparezcan en ellas.
Por lo tanto, cuando instales cámaras de seguridad asegúrate siempre de poner a la vista un cartel en el que se advierta de su presencia.
Enfocar a la vía pública
Siguiendo con la línea de la protección de datos, otro de los errores comunes al colocar una cámara de seguridad, es que esta esté apuntando a la vía pública, algo prohibido por ley. Las cámaras, como ya hemos mencionado, se pueden colocar por razones de seguridad, pero no está permitido grabar nada de la calle, sino solo del espacio privado.
En todo caso, cuando al colocar la cámara sea inevitable que abarque una pequeña parte de la calle, se permitirá que lo haga, respetando siempre el principio de proporcionalidad. En otras palabras, es posible grabar imágenes de la calle cuando sea imposible evitarlo por la colocación del aparato.
Exactamente lo mismo sucede con el interior de las viviendas, algo a tener en cuenta cuando se trate de cámaras de comunidades de vecinos.
No comprobar la calidad de la imagen
Es evidente que al instalar una cámara no es suficiente con que grabe, sino que debe hacerlo en una calidad mínima. De lo contrario, de poco serviría su instalación, especialmente si hay que identificar a alguna de las personas de las grabaciones.
Por supuesto, la calidad está muchas veces directamente relacionada con el precio del dispositivo. Sin embargo, pueden encontrarse modelos con calidad de imagen más que decente a precios muy reducidos, por lo que solo deberás comprobarlo bien antes de comprar la cámara e instalarla.
Mantener los ajustes de fábrica
Una vez instaladas, las cámaras deben programarse al gusto del usuario. Suelen venir con unos ajustes de fábrica, que algunos deciden no modificar por pereza, pero que pueden causar problemas a largo plazo.
El más importante es la clave de seguridad. Igual que pasa con la clave del rúter, la de seguridad de las cámaras debe modificarse y elegir una lo más posible segura, o de lo contrario sería mucho más fácil piratearla.
No comprar un modelo con garantía
Lo barato sale caro. Quizás estés cansado de oír el refrán, pero conviene hacerle caso porque es cierto. En el caso de las cámaras de seguridad, aunque no tiene por qué ser necesario hacerse con el modelo más caro, como mínimo sí recomendamos que tenga garantía.
En internet se encuentran modelos extremadamente baratos, pero normalmente no garantizan el buen funcionamiento del producto.
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