España es uno de los países más seguros del mundo. El Global Peace Index de 2022 le sitúa como el país número 29 de un total de 163 en términos de seguridad.

Si bien, de acuerdo a este índice, estamos lejos de ser un lugar tan seguro como Portugal, que se sitúa en el puesto 6, o estados como Islandia, Nueva Zelanda e Irlanda que encabezan la lista, España es un país considerado como seguro y poco violento.

Sin embargo, desgraciadamente, nuestra situación privilegiada a nivel mundial, con altos estándares de seguridad en sintonía con el resto de países europeos, no implica ausencia de altercados y violencia.

De hecho, España, al igual que la mayor parte de países del mundo, se tiene que enfrentar anualmente con problemas de violencia callejera y vandalismo que provocan destrozos, fundamentalmente materiales, pero que pueden ser de extrema gravedad.

El vandalismo, en concreto, se caracteriza por estar protagonizado por grupos en episodios de violencia callejera que provocan destrozos y daños materiales severos. Pero vamos a ver en detalle qué es y qué implican los actos vandálicos y cómo de importante es el problema en España.

Vandalismo: qué es y qué daños provoca

El vandalismo es un tipo de violencia muy específico. El Global Peace Indez analiza anualmente todos los problemas de violencia que vive un estado o país, independientemente del tipo.

Así, el índice internacional incluye entre sus mediciones violencia callejera, terrorismo, conflictos armados, robos con violencia, hurtos y pequeños robos, así como violencia callejera, violencia sexual o vandalismo.

Sin embargo, si centramos el análisis solo en este último fenómeno tendríamos que discriminar de entre todos los tipos de violencia aquella que se comete contra bienes públicos o privados, fundamentalmente en la calle y que, en muchos casos, está perpetrada por grupos violentos.

En concreto, el vandalismo se define como incivismo que se traduce en la destrucción de bienes ajenos, públicos o privados. Es decir, estamos hablando de un delito contra bienes materiales y orden público.

En algunos casos, este delito de vandalismo puede venir motivado por razones de protesta, de ámbito político o social, pero, de cualquier modo, supone un delito punible grave.

En otras situaciones, también sucede que grupos violentos se infiltran en manifestaciones u otras protestas sociales y aprovechan el caos y la confusión para vandalizar las calles.

Los tipos de vandalismo son varios: vandalismo juvenil, vandalismo ideológico e, incluso, vandalismo cibernético que provoca los mismos o mayores destrozos. La ciberseguridad es fundamental en esta época digital.

Además, se pueden producir episodios de vandalismo muy graves, como los acaecidos en Barcelona a raíz del procés, así como situaciones de vandalismo de baja intensidad que son de menor gravedad, pero que si se repiten en el tiempo dan lugar a una situación de desgaste y a unos daños materiales aún mayores.

¿Cómo de grave es el vandalismo en España?

El vandalismo es un delito muy grave, pero es cierto que unos países lo sufren más que otros. Las consecuencias van desde algunos daños materiales hasta la alteración de orden público, cuantiosos daños materiales e incluso personas heridas.

Algunos ejemplos significativos más graves son la quema de contenedores, el destrozo de coches aparcados, la vandalización de mobiliario urbano o la destrucción de escaparates, negocios y espacios públicos y privados. Si, además, se producen daños personales, las consecuencias son aún más graves.

El vandalismo en España deja miles de euros en daños anualmente, con personas particulares directamente afectadas, que se ven abocadas a enfrentarse a importantes gastos de reparación en caso de que no cuenten con un seguro.

Además, el vandalismo supone la pérdida de miles de euros anuales de dinero público para arreglar los destrozos dejados por los delincuentes. Pero, ¿cómo de grande es exactamente le problema de vandalismo en España?

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), a nivel nacional, en el año 2020 un 14,1% de personas declararon que existían problemas de delincuencia o vandalismo en la zona en la que habitaban.

Además, esta estadística refleja que el grado de urbanización es clave para la concentración de vandalismo: el porcentaje más elevado de personas que sufren este problema corresponde a las áreas densamente pobladas.

En el año 2020, el porcentaje de personas que afirmaron ver vandalismo en áreas densamente pobladas fue de casi el 17,5% frente a solo un 12% en las áreas pobladas de nivel intermedio y menos de un 10% en las áreas poco pobladas.

Ciudades españolas con más vandalismo

Las áreas más pobladas sufren más problemas de vandalismo, pero ¿cuáles de esas zonas más densamente pobladas tienen mayores problemas de vandalismo en España?

De acuerdo a la estadística del INE, que no mide en exclusiva el vandalismo sino vandalismo y delincuencia, Melilla, Ceuta y Murcia fueron las comunidades autónomas que registraron más problemas de este tipo en 2020.

En concreto, Melilla sumó un 35,5%, Ceuta un 24% y la Región de Murcia un 20,7%. En el extremo contrario de la tabla se sitúa Cantabria, la comunidad autónoma con el porcentaje más bajo de personas que declaran sufrir problemas de delincuencia o vandalismo, con un 4%.

¿Qué se puede hacer contra el vandalismo?

Frente a los problemas de vandalismo se pueden llevar a cabo medidas de seguridad públicas y privadas. A nivel público, reforzar la vigilancia policial es una de las principales claves.

En el caso de los particulares, si tienen un negocio pueden instalar una cámara de videovigilancia en su puerta, del mismo modo que es importante que cuiden las zonas en las que dejan aparcado el coche.

Además, los sistemas de alarmas en los negocios, cristal blindado para los escaparates y tener contratado un buen seguro para este tipo de actos vandálicos puede ayudar a enfrentar un episodio de este tipo.

La realidad es que incluso, aunque el seguro te cubra los desperfectos de un local comercial, las pérdidas se dejarán notar los próximos días porque te condenan a la inactividad.

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