Los incendios hogareños son mucho más habituales de lo que podamos pensar, por desgracia. En concreto las cocinas, son zonas donde es más posible que se origine un fuego.
Los motivos son varios: un descuido a la hora de preparar la comida, algún fallo de cualquier electrodoméstico, un cortocircuito... Sea cual sea la causa, lo importante es que sepas cómo apagar un fuego o, como mínimo, cómo actuar en caso de que se produzca.
Para que todo salga bien, hay que mantener la calma, aunque sabemos que es más fácil decirlo que hacerlo. Por ello, vamos a explicarte cómo actuar paso a paso para apagar un fuego, así como para prevenir incendios domésticos.
El primer paso es la prevención
Por supuesto, antes de tener claro cómo actuar en caso de fuego en casa, hay que saber prevenir los incendios domésticos.
La mejor forma de hacerlo, es conocer las causas más comunes por las que se originan, para así poder evitarlas:
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Dejarse un cigarro encendido: Tendemos a pensar que el único peligro del tabaco son sus efectos. Sin embargo, no es extraño que muchas personas se queden dormidas con un cigarrillo encendido. Esto puede causar un incendio doméstico en cuestión de minutos.
- La cocina: Es sin duda la parte más peligrosa de la casa en materia de incendios, especialmente por las sustancias que suele haber en su interior. El gas, la electricidad o el aceite caliente pueden provocar un fuego en casa muy fácilmente.
- La electricidad: Los enchufes también pueden generar incendios, especialmente cuando hay algún problema eléctrico con los cables. Un mal contacto puede hacer saltar chispas que prendan cualquier cosa que haya cerca.
- Líquidos inflamables: Los productos de limpieza como la lejía, y otros como el pegamento o la pintura son altamente inflamables. Un contacto cercano con una vela, un mechero o cualquier componente eléctrico, los prendería rápidamente.
Antes de vernos en la tesitura de tener que apagar un fuego en casa, sabiendo cuáles son las causas más comunes podemos tomar una serie de medidas de prevención. Como es obvio, en caso de ser fumadores hay que procurar no dejar nunca un cigarrillo encendido.
En la cocina, hay que extremar las precauciones. Comprobar siempre que la llave de gas esté cerrada salvo que vayamos a cocinar es crucial.
También estate atento si pones una sartén al fuego. Revisa periódicamente los cables de los electrodomésticos y si el paso del tiempo los haya deteriorado, debemos llamar a un profesional.
Algo similar sucede con los enchufes, que debemos intentar no forzar en ningún caso. Si alguno se sale o, sencillamente tienen muchos años, lo mejor es ponerse en contacto con un electricista que se encargue de cambiarlos.
Por último, los líquidos inflamables deben estar alejados de cualquier elemento eléctrico o que pueda incendiarlos, como velas o mecheros. Si encendemos las primeras, es preferible hacerlo en recipientes que rodeen bien la llama para evitar que esta pueda expandirse.
Cómo apagar un fuego en casa
Cualquiera de las causas citadas anteriormente puede hacer que tu casa prenda en cuestión de minutos, por lo que deberás estar preparado si detectas algún fuego.
En primera instancia, lo ideal es saber cuál es el origen, ya que en muchos casos un sencillo gesto como cerrar la llave del gas o cortar la electricidad, puede servir para extinguir el fuego.
Si se trata de un fuego pequeño que todavía se pueda controlar, una vez cortado el origen, retira rápidamente cualquier objeto inflamable que haya cerca, por ejemplo, cualquier material que pueda prender.
En caso de que el incendio ya se esté empezando a extender, asegúrate antes de nada de poner a salvo a las personas más vulnerables de tu entorno (niños o personas mayores). A continuación, es importante que tengas localizados los extintores, que generalmente suelen estar en el rellano.
Si resides en una vivienda unifamiliar, te aconsejamos que te hagas con un extintor, o con una manta ignífuga, que es una alternativa a este y puede ayudarte a sofocar incendios.
Respecto a qué utilizar para apagar el fuego, el agua solo es aconsejable si se trata de una llama muy pequeña, que no se haya originado cerca de la cocina. Utilízala solo si el origen está en un cigarrillo o una vela, y el incendio es aún muy pequeño.
Por otra parte, en caso de tratarse de un incendio originado en la cocina, en el que haya aceite o cualquier líquido inflamable involucrado, el agua solo empeorará la situación. Para estos casos, lo mejor es apagar el fuego en casa con un extintor o manta ignífuga, como ya hemos indicado.
Qué hacer si no puedo apagar el fuego en casa
En muchas ocasiones el fuego se nos puede ir de las manos, de modo que nos resulte imposible apagarlo nosotros mismos. Aunque sabemos que es muy difícil, debemos procurar que no cunda el pánico.
Ponerse a salvo y llamar al 112 son las dos cosas que hay que tener siempre en mente ante una situación de este calibre, por lo que tendrás que salir de casa y cerrar bien puertas y ventanas para bloquear el fuego en la medida de lo posible. Una vez en la calle, llama rápidamente a emergencias para que acudan los bomberos a la mayor brevedad.
Otro problema potencial es que el fuego esté bloqueando la salida y no puedas salir a la calle. Esto puede suceder tanto si el incendio se extiende a tu puerta principal, como si se ha generado en otra vivienda y te impide salir.
En ambos casos, tendrás que ponerte a salvo en alguna zona de la casa donde no haya fuego, cerrar bien la puerta y tratar de cubrirla con ropa o paños húmedos para que el humo no pase.
Una vez hecho, nunca des por hecho que otra persona ha llamado a emergencias y te quedes esperando. Coge tu móvil, y llama tú mismo por si acaso.
También puede ocurrir que no estés en tu casa en el momento que se origina el fuego o que estés durmiendo y no te enteres. Para evitar disgustos lo mejor es tener un equipo que detecte el humo y haga saltar la alarma, avisando a emergencias.
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