Tanto en el ámbito laboral como en el personal, contar con detectores de humo puede ser muy importante para reforzar la seguridad.

Cualquier espacio en el que se instalen elementos electrónicos o de gas, es susceptible de estar en peligro de incendio, motivo por el cual estos aparatos son tan importantes.

A la hora de decidir qué detector de humo instalar, lo más normal es que surjan dudas, especialmente debido a que hay mucha variedad en el mercado.

A continuación, vamos a hablarte de los distintos modelos de, con especial atención en el detector de humo iónico, una de las opciones que mayor precisión ofrece.

Qué es un detector de humo y qué tipos hay

Como ya sabrás, un detector de humo es un aparato, generalmente instalado en el techo de una vivienda, local o cualquier edificación, que detecta el exceso de humo o de gas, avisándonos de un incendio.

De hecho, y aunque popularmente se les llame detectores de humo, técnicamente es más apropiado hablar de detectores de incendios.

Estos dispositivos pueden ir conectados a un sistema de alarma que emita una señal en caso de peligro, o incluso que envíe un aviso a las autoridades correspondientes.

En cuanto a los tipos de detectores de humo, hay dos clasificaciones posibles, una atendiendo a su uso, y otra a su funcionamiento.

Dependiendo del uso del aparato, existen tres clases:

Por otra parte, según el funcionamiento, existen cuatro tipos de detectores de humo:

Qué es un detector de humo iónico y cómo funciona

A diferencia de los dispositivos anteriores, los detectores iónicos no captan la presencia de una fuerte cantidad de humo o calor, sino que analizan las partículas de aire.

Disponen de una cámara ionizada con un sensor de luz. Este sensor, es capaz de detectar las pequeñas partículas que no vemos a simple vista.

En el momento en que una pequeña partícula de humo o de gas entre en la cámara del dispositivo, este haría saltar las alarmas.

Este sistema los convierte en detectores altamente sensibles y, por lo tanto, más efectivos que los anteriores. No son tampoco de aviso tardío, sino que alertan de un incendio antes incluso de que el humo empiece a ser visible.

La ionización del aire que lleva a cabo este tipo de dispositivo, se produce gracias a dos placas instaladas en el interior de la cámara, que funcionan junto a un material radioactivo.

A su vez, la combustión que se produce por un incendio activa un circuito eléctrico que, a su vez, activa las dos placas para enviar la señal de alerta.

Ventajas, desventajas y comercialización de los detectores iónicos de humo

En esencia, la mayoría de lo que ofrecen estos detectores de humo son cosas positivas:

En cuanto a las desventajas de estos dispositivos, en lo que concierne a su uso solo presentan una, y es que su alta sensibilidad los hace propensos a las falsas alarmas.

Ahora bien, hay algo destacable de los detectores iónicos de humo, y es su contenido radioactivo.

Aunque son aparatos homologados y la contención de la radiación está asegurada cuando están instalados, se ha detectado peligro en caso de realizarse obras o modificaciones que hagan necesaria su desconexión.

Una vez desconectados, sería peligroso volver a activarlos ya que no puede garantizarse que el material radioactivo que contienen no pueda fugarse.

Por ese motivo, las empresas que los comercializan instan a devolverlos si se desinstalan en algún momento. El objetivo es realizar una retirada ordenada del mercado.

Por tanto, podemos decir que actualmente se trata de dispositivos que, si bien se pueden mantener en caso de haberlos instalado ya, están dejando de comercializarse.

Aun así, existen muchos otros dispositivos que sirven para proteger tu hogar de incendios y no son perjudiciales para nadie.

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