La seguridad es una de las prioridades en lo referente a nuestra vivienda, para protegernos de posibles allanamientos. No en vano, se han registrado en el último año alrededor de 105.000 robos en domicilios, apenas un 0,78% menos que el año anterior, según epdata.

Esta pequeña variación nos indica que las medidas de seguridad funcionan, a pesar de que hay quien todavía opta por no hacer este tipo de inversiones. Instalar una alarma, cámaras de seguridad o algún dispositivo de control de acceso, puede salvarte de sufrir una visita indeseada.

Tipos de viviendas más inseguras

A la hora de decidir qué elementos de seguridad instalamos en nuestra casa para controlar el acceso, hay que tener en cuenta cuál es el más adecuado en función del tipo de vivienda. No todas son igual de inseguras.

Los apartamentos situados en comunidades de vecinos suelen ser el tipo de domicilio menos asaltado. Los dos factores por lo que la mayoría de los ladrones prefieren evitarlos son:

  • Elevada presencia de gente: hace que sea más difícil que pasen desapercibidos
  • Acceso complejo: hay que pasar por varias entradas para asaltar la vivienda

Por otro lado, los apartamentos de edificios que dan directamente a la calle son algo menos seguros, pero siguen sin ser la opción preferida de cacos y okupas. Aunque la presencia de inquilinos es menor y el acceso algo más sencillo, sigue habiendo al menos dos puertas.

Los chalés adosados situados en zonas residenciales son bastante más inseguros. Generalmente el acceso a la casa da a la calle, bien por la entrada principal o a través de una ventana. Su altura también los hace más accesibles.

Y llegamos a las menos seguras. Las viviendas unifamiliares concentran el 70% de los asaltos a domicilios. A las características anteriores, se suma el hecho de que suelen estar más apartadas, algo que permite al ladrón entrar y salir de forma muy discreta.

Una cerradura de seguridad y una alarma son más que suficientes si vives en un piso o un chalé adosado. Pero, de hacerlo en una vivienda unifamiliar o una casa de campo, es preferible invertir en un dispositivo de calidad de control de acceso a tu vivienda.

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Qué es el control de accesos y cómo funciona

Un sistema de control de acceso es un dispositivo de seguridad que generalmente se instala en una puerta de entrada y permite limitar el paso al interior. Sin duda, se trata de una de las opciones más efectivas para mantener a un ladrón u okupa a raya cumpliendo con un papel preventivo ante un intento de intrusión.

Los controles de acceso pueden ser de dos tipos:

  • Autónomo: Funciones algo más limitadas (no permite, por ejemplo, registrar un evento en el que se haya intentado forzar la puerta de entrada). No sirve para aportar pruebas si quieres denunciar un intento de allanamiento
  • Conectado a internet: Puede guardar información sobre quién, dónde y a través de qué puerta ha intentado entrar. Además, permite autorizar el acceso de forma remota

Tipos de controles de acceso

Ya te hemos explicado los tipos de funcionamiento: ahora toca los de dispositivos. El mercado ofrece distintas opciones para acceder al interior de tu vivienda de forma segura.

Dependiendo del tipo de apertura, los controles de acceso para casas disponen de un lector manual, un cilindro o un escudo. Cualquiera de estos elementos se abre y se cierra mediante un sistema que permite aumentar notablemente la seguridad de la puerta:

  • Contraseña: es más común en los controles de acceso autónomos. El dispositivo consta de un panel de control con números, listo para introducir la clave que permita la apertura.
  • Dispositivo de proximidad: bien en forma de tarjeta (habitual en hoteles), de llavero TAG, o con una pulsera de silicona, estos dispositivos accionan la apertura de la cerradura cuando los aproximas al control. Este sistema es característico del control de acceso conectado a internet.
  • Lectura biométrica: comúnmente suele ser un lector de huellas dactilares, también típicos de los controles autónomos.
  • Mandos: aunque los controles de acceso en puertas no están todavía extendidos en las entradas de las viviendas particulares (sino más bien en puertas de hoteles), lo cierto es que sí es habitual acceder a garajes particulares mediante el uso de mandos a distancia que abren las puertas.
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Ventajas de los controles de acceso a casa

La ventaja más evidente es que limita la entrada a cualquier persona que no tenga autorización. Ya sea por no conocer la contraseña, no coincidir la huella o no tener el mando o dispositivo de proximidad para accionar la apertura.

Su otra virtud es la resistencia. Forzar este tipo de cerraduras resulta mucho más complicado de lo habitual, ya que no dispone de una ranura a través de la cual se pueda introducir un objeto que simule una llave.

En definitiva, se trata de un sistema de seguridad que debe considerarse especialmente si vives en un chalet o vivienda de tipo unifamiliar. La tecnología es protección y la protección tranquilidad. ¿Buscas una buena inversión? Esta es una de las que mejor puedes hacer en tu vivienda.

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